Con la puesta en marcha de su cuarta planta de producción, Argentina logró triplicar su capacidad de producción de carbonato de litio, alcanzando una capacidad instalada de 136.500 toneladas de carbonato de litio equivalente.

El logro es uno de los puntos destacados del último informe de la Cámara Argentina de Empresas Mineras, que indica que la reciente inauguración de la planta Centenario Ratones en la provincia de Salta (norte) aportó las últimas 24.000 toneladas a la capacidad total del país sudamericano.

En efecto, Argentina tiene en este momento cuatro proyectos de extracción de litio operativos. Además de Centenario Ratones operado por Eramine y Tsingshan, el país ya cuenta con el Proyecto Fénix en el Salar del Hombre Muerto de la provincia de Catamarca, bajo la firma Arcadium Lithium. En la provincia de Jujuy se encuentran los otros dos proyectos: Exar en el salar Cachauri Olaroz, de Lithium Argentina y Gangfeng, y Sales de Jujuy, en Cachauri, operado por Arcadium Lithium y Toyota.

En diálogo con Sputnik, el experto en temas energéticos Eduardo Gigante indicó que el crecimiento de la capacidad productiva de Argentina era algo esperable en función de las expectativas de estos emprendimientos. "Que se triplique la capacidad de producción era algo que se sabía que iba a pasar y que iba a ser en un corto plazo", apuntó.

Gigante aclaró que, si bien aumentó la capacidad de producción de carbonato de litio, Argentina aún no alcanza ese máximo de producción, dado que cada planta requiere un tiempo de funcionamiento antes de llegar a la máxima producción para la que fue diseñada. En ese sentido, estimó que cada planta puede demorar entre seis meses y un año en llegar a su producción máxima, por lo que es esperable que la producción real de carbonato de litio se incremente en los próximos años.

Pero, además, Argentina podría seguir aumentando su producción con el inicio de operación de otros proyectos como el de la coreana Posco en el lado catamarqueño del Salar del Hombre Muerto o el Proyecto Mariana de la china Gangfeng Lithium en el Salar de Llullaillaco, en Salta. A esto puede sumarse, comentó el experto, otros cuatro o cinco proyectos más que están en preparación.

"Viendo todos estos proyectos que hay en cartera, creo que Argentina va a alcanzar su máxima capacidad cerca de 2031 o 2032. En ese momento, para el que no falta una eternidad, Argentina va a tener todos los proyectos en producción y estimo que a finales de 2030 el país va a tener una capacidad productiva de por lo menos 450.000 toneladas", vaticinó Gigante.

Gigante explicó que ese crecimiento podrá hacer que Argentina aumente de gran manera su aporte a la producción mundial de carbonato de litio. Si bien actualmente Argentina es el cuarto productor mundial de litio, "su aporte es de apenas un 5% del mercado mundial" y se mantiene muy por debajo de China, Chile y Australia, los principales productores a nivel mundial.

EL VALOR AGREGADO SIGUE SIENDO EL GRAN DESAFÍO

Para el experto, el desarrollo de una industria del litio en Argentina, o al menos participar de cadenas de valor regionales, debe ser una de las estrategias que acompañen al incremento en la capacidad productiva del país.

Gigante apuntó que, si bien la exportación de carbonato de litio ya implica "algún tipo de valor agregado", el país podría aprovechar su "capacidad industrial" para avanzar en la dirección de fabricar al menos algunos de los componentes principales de las baterías de litio.

"Es difícil que Argentina pueda fabricar baterías porque una planta cuesta cientos de millones de dólares pero sí podría perfectamente en el corto plazo los cátodos de litio para las baterías, que es lo que está haciendo Chile", sostuvo el analista.

La instalación en Brasil de una planta autos eléctricos de la compañía china BYD también puede ser una oportunidad para que Argentina participe de esa cadena de valor, apuntó Gigante. El analista también destacó la importancia de proyectos de innovación como el de la petrolera estatal argentina YPF para fabricar celdas de baterías de litio, algo necesario para que el país sudamericano adquiera los conocimientos necesarios para la industria litífera.

El desarrollo de una industria argentina del litio también permitirá aumentar la participación de este sector en la economía argentina. Actualmente, consignó Gigante, cada proyecto de extracción de litio que opera en el país emplea entre 400 y 500 personas y genera, según estimaciones, el triple de empleos indirectos.

"Con cada planta podés emplear cerca de 1.500 o 1.600 personas. Si lo ves considerando solo una planta no es mucha gente, pero si considerás varias plantas ya es una cantidad relativamente más importante dentro de la economía argentina", subrayó.