Sin mencionar explícitamente a Pekín, el G7 acordó recientemente utilizar "herramientas comerciales" para contrarrestar "prácticas que distorsionan el mercado", en momentos en que la guerra comercial entre China y Estados Unidos adquiere una tónica más severa ante la posible llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.

"Seguiremos haciendo frente a las políticas y prácticas ajenas al mercado, así como al exceso de capacidad no comercial perjudicial y otras distorsiones del mercado derivadas de ellas", dice un comunicado de seis páginas de este grupo conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, el Reino Unido y la Unión Europea (UE).

Esta postura más severa es adoptaba mientras sucede la llamada "guerra de chips", que tiene lugar en prácticamente todo el mundo, y que ha provocado que varias naciones occidentales impongan medidas de proteccionismo comercial con el fin de detener el crecimiento chino en ese sector tecnológico, vital para la fabricación de baterías y todo tipo de dispositivos tecnológicos, armamentistas y nuevas tecnologías como la IA.

Sin embargo, el anuncio de "medidas más estrictas" de Occidente para supuestamente contrarrestar el poderío comercial de Pekín podría afectar la recuperación económica global, especialmente la de las economías en desarrollo, alertó Global Times.

"El proteccionismo comercial y las sanciones económicas de los países del G7 contra China afectan indirectamente a las naciones en desarrollo y a los mercados emergentes, que dependen en gran medida del mercado chino para sus exportaciones y oportunidades de desarrollo. China es un actor integral de la economía mundial, y su crecimiento le beneficia y también impulsa el progreso económico mundial", afirmó el medio, afiliado al Partido Comunista Chino.

El diario considera que la postura del G7 recuerda "la idea de volver a los días del saqueo colonial imperial". Además, asegura que los países de ese grupo aplican "un doble rasero y una retórica hipócrita".

"[Las naciones del G7] están utilizando las cuestiones económicas como armas para mantener sus posiciones dominantes en la economía mundial y promover sus propios intereses políticos y económicos", observa Global Times.

"Si los países miembros del G7 están realmente comprometidos con el mantenimiento de la equidad y la transparencia del comercio internacional, ¿cómo no van a ver que Estados Unidos abusa de su hegemonía económica para presionar a otros países mediante sanciones comerciales, barreras arancelarias, sanciones de alta tecnología y otros medios para obligarles a aceptar su chantaje político y económico?", concluyó.