"La economía se contraería en un 3,5% en 2024 (desde 2,8%), en consonancia con una caída más profunda de la producción no agrícola [5% interanual], con una recuperación que comenzará a finales de 2024, a medida que se disipen los obstáculos del ajuste fiscal, el salario real comience a recuperarse y la confianza se fortalezca", informó el organismo en la revisión.
La actividad económica y la demanda se contraerán en mayor profundidad en 2024, dado el remanente del bajo crecimiento en el cuarto trimestre de 2023 y el fuerte impacto del ajuste fiscal implementado por el Gobierno de Javier Milei durante el primer trimestre de este año.
Según datos del estimador mensual de actividad económica (EMAE), la economía se contrajo un 5,3% en el primer trimestre.
La recuperación estaría basada en un repunte de la demanda, incluyendo inversiones privadas, impulsado por reformas orientadas al mercado, dijo el FMI. En 2025, el PIB crecería alrededor de un 5%, agregó.
En tanto, la inflación en el país sudamericano será de alrededor de un 4% mensual para fines de año y 140% interanual; el índice continuará bajando en el mediano plazo.
El Gobierno de Milei asumió en diciembre con una inflación de 25,47% mensual y tomó medidas de ajuste, entre ellas devaluar el peso y desregular las tarifas de servicios.
A partir de enero comenzó una desaceleración de la inflación, que en mayo registró la tasa mensual más baja en más de dos años, con un alza de los precios de 4,2%; la inflación interanual marcó en ese mes un 276,4%.
Las mejoras en los marcos de política monetaria y cambiaria y una recuperación en la demanda de pesos sustentarán una reducción sostenida de la inflación, según el FMI.
De acuerdo al organismo multilateral, los riesgos se han moderado significativamente, pero "el camino hacia la estabilidad macroeconómica sigue siendo incierto".
El FMI advirtió que la actual recesión económica podría prolongarse y el proceso de desinflación podría resultar más persistente, generando tensiones sociales.
La revisión de las proyecciones tiene lugar días después de la aprobación de la octava revisión, que dio paso a un desembolso de 800 millones de dólares para que Argentina pueda hacer frente a los intereses de capital y de una deuda de 44.000 millones de dólares.
Con ello, podrá amortizar el próximo pago al FMI establecido para julio, por 645 millones, que es el último vencimiento previsto hasta septiembre de 2026.