En Francia, en medio de la crisis por la reforma de las pensiones, los sindicatos tenían la esperanza de ser recibidos por el presidente Emmanuel Macron, cuyo silencio ante la movilización social plantea, según la carta que le han enviado, "un grave problema democrático".
Sin embargo, el mandatario francés se negó a recibirlos y les envió una respuesta, en la que dice no "subestimar" el "descontento" y las "angustias", al tiempo que reafirma que "la reforma es necesaria" y que el Gobierno está "a la escucha" de los sindicatos "para avanzar a través del diálogo". Una escucha pues, desde la distancia.
El artículo 44.3 para acelerar el proceso
En el octavo día de debates sobre la reforma de las pensiones en el Senado, el Gobierno decidió el viernes 10 de marzo recurrir al artículo 44.3 de la Constitución, que permite al Ejecutivo, mediante el procedimiento conocido como "voto bloqueado", acelerar el procedimiento parlamentario y hacer que los senadores voten la totalidad del texto.
Como era de esperar, la oposición de izquierdas denunció este recurso. Para el jefe de los senadores socialistas, Patrick Kanner, "la suerte está echada". Guillaume Gontard, presidente del grupo ecologista, declaró por su parte: "Es una admisión de debilidad. Es una alienación del Parlamento. Es simplemente vergonzoso. El Senado se ha convertido en el perrito faldero del Gobierno".
Mientras tanto, a la espera de las dos próximas jornadas de movilización, mañana 11 de marzo y miércoles 15, la movilización sigue fuerte en ciertos sectores, como la red ferroviaria o las refinerías. (rfi)