Las delegaciones del Gobierno de Colombia y de la guerrilla del ELN anunciaron el acuerdo de una nueva agenda de negociación y los primeros pasos para avanzar en un cese al fuego bilateral y temporal. Así lo anunciaron los jefes de la delegaciones, Otty Patiño y Pablo Beltrán, en el cierre del segundo ciclo de diálogo en Ciudad de México.
Patiño dijo que además de pactar una nueva agenda que será la brújula para avanzar hacia la paz soñada, las partes avanzaron en el cese al fuego y la participación de la sociedad en el proceso. “Abrimos de par en par las puertas de la participación ciudadana, entre más baje el ruido de las armas, más deben subir las voces de la gente que quiere construir la paz”, afirmó.
“Hemos avanzado en el cese de hostilidades, la matanza contra los más pobres de Colombia debe parar”, recalcó Patiño, al explicar que la mesa escucha así el clamor más sentido de las poblaciones afectadas por la guerra.
“No es fácil unificar a todos tras un propósito nacional, esta es la meta que nos hemos propuesto en la mesa. La nueva agenda de negociaciones que firmamos es un potente brazo que hemos llamado Acuerdo de México, que servirá para generar una alianza político social para realizar las transformaciones que necesita nuestro país, y pasar la pagina de una trágica realidad nacional”, dijo Beltrán en rueda de prensa.
Sobre el tema del cese al fuego bilateral, la delegada del gobierno Dayana Domicó leyó el acuerdo que firmaron las partes en el que señalan que el marco de referencia será el Derecho Internacional Humanitario.
“Implica acciones y dinámicas humanitarias para bajar la intensidad del conflicto, generar garantías de participación de la sociedad en el proceso. La manera como se aborda es novedosa, porque se va dando a medida que avanza la mesa. No es una precondición y no es un elemento para el final de la negociación. Toma como referencia el cese al fuego bilateral temporal y nacional de 101 llevado a cabo en 2017″, leyó la joven indígena perteneciente a la etnia emberá katío.
El acuerdo indica, según lo leído en la rueda de prensa, que las partes han pactado “un diseño básico de cese al fuego que será temporal con vocación de continuidad, bajo evaluación conjunta. Iniciarán con un cese recíproco de actividades ofensivas, manteniendo las defensivas, con un mecanismo de monitoreo y verificación”.
El jefe del equipo negociador del Gobierno, Otty Patiño, recordó a Carlos Pizarro, con ocasión de la firma del acuerdo con la guerrilla del M-19 hace 33 años, grupo al que perteneció el propio Patiño y el hoy presidente Gustavo Petro. “Aquí estoy a frente de la delegación de los diálogos de un gobierno que es una cosecha de la siembra de la paz en Colombia”.
Silvana Guerrero, delegada del ELN leyó el acuerdo sobre el primer punto de la agenda de diálogo sobre la participación de la sociedad civil: “En el tercer ciclo vamos a construir sobre lo construido, se retomarán las audiencias realizadas entre el 30 de octubre y 16 de noviembre de 2017 en Tocancipá”.
“La participación, como lo reza en la nueva agenda, será el corazón de la negociación, se hará un diagnóstico de los problemas de la democracia para formular transformaciones básicas para la paz y los cambios que se requieren”, leyó Guerrero.
“Nuestro empeño está en construir un gran diálogo nacional con el pueblo colombiano a través de tres pilares fundamentales: participación ciudadana, democracia real y las transformaciones socioeconómicas”, señaló el jefe negociador Otty Patiño, quien reconoció haber llorado al escuchar a la vicepresidenta Francia Márquez.
La vicepresidenta Francia Márquez llegó ayer a México para participar de las últimas deliberaciones de la mesa e intervino en el acto de cierre del segundo ciclo con palabras muy sentidas y espontáneas: “señores del ELN, es la primera vez que los puedo mirar a los ojos para decirles que tendremos una lucha diferencial para sacar las armas del camino. La guerra solo ha dejado destrozos”.
En su intervención, que fue muy aplaudida, la vicepresidente dijo que el gobierno acogía la nueva agenda anunciada por la mesa que busca poner la participación de la sociedad colombiana, en el propósito de resolver la confrontación armada, aunque reconoció que no hay mensajes esperanzadores desde los territorios.
“Convoco a la delegación del Gobierno a quedarse en la mesa pase o que pase y convoco a la delegación del ELN a permanecer en la mesa. Los niños y las niñas de Colombia esperan mucho de ustedes, quieren un futuro que no sea el de andar con miedo ni pasar necesidades”, dijo Márquez.
Y finalizó con un mensaje a las mujeres de Colombia: “la guerra ha tenido rostro de hombre; el machismo y el matriarcado han impulsado esta guerra, mientras las madres y las abuelas han tenido que llorar a los hijos que se fueron a la fuerza pública o a un grupo guerrillero. No queremos seguir pariendo hijos para la guerra. Convoco al 52% de la población colombiana para que juntas hagamos la paz una realidad.
Además de la definición y ampliación de la agenda de negociación, se hicieron anuncios en torno a los mecanismos de participación de la sociedad civil en este proceso. Se esperan anuncios en los alivios humanitarios en dos zonas del Pacífico y en la población carcelaria, acuerdo sobre nuevos canales de comunicación entre las partes cuando no esté sesionando la mesa.
Sobre la agenda de negociación se conocieron ya algunos detalles. Cada punto tiene varios subpuntos de las temáticas concretas que abordarán. El preámbulo acordado fue el siguiente: “La agenda es un todo y una guía para el desarrollo de los diálogos y los acuerdos, siempre teniendo en cuenta las dinámicas territoriales y la realidad del país. Los diálogos se desarrollarán en el orden de la agenda firmada, salvo cambios de mutuo acuerdo”.
Adicionalmente, rafitican que Brasil, Chile, Cuba, Noruega, México y Venezuela serán los países garantes y que la Conferencia Episcopal de Colombia junto con el representante especial del Secretario General de la ONU en Colombia, serán acompañantes permanentes.
Se formalizó la creación del Grupo de Países de Acompañamiento, Apoyo y Cooperación (GPAAC) con la participación de Alemania, España, Suecia y Suiza, que tendrá las siguientes funciones: Respaldo político y diplomático al proceso de paz en Colombia, apoyo técnico a la Mesa en temáticas específicas, cooperación en términos financieros, financiación de la Delegación de Diálogos del ELN.
Por otro lado, acordaron que cada delegación podrá cambiar sus delegados, asesores y consejeros sin que haya lugar a objeción alguna y únicamente se debe acreditar ante la mesa. “Ante las eventuales crisis de la Mesa de Diálogos, las partes agotarán todos los mecanismos internos de concertación para resolverlas. De no resolverse y ante el riesgo de una eventual ruptura de diálogos entre las partes, se recurrirá a los Garantes y acompañantes permanentes”, dice el documento conocido por Colombia+20.
Justamente, la vicepresidenta Francia Márquez será la encargada de recibir el informe de la Caravana Humanitaria que recorrió las zonas del Bajo Calima y medio San Juan, en el Valle del Cauca y Chocó y será la encargada de acompañar la ejecución de las primeras acciones acordadas en la mesa.
Como lo publicó Colombia+20, a excepción de un albergue temporal en Dagua, ninguna de las comunidades afectadas por el conflicto entre el Bajo Calima (norte del Valle) y el San Juan (sur del Chocó) ha recibido las acciones urgentes que solicitaron en la caravana humanitaria realizada por delegados del ELN y el Gobierno.
Por otro lado, se conformó una comisión con participación del Ministerio de Justicia y delegados del ELN y de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz que harán, en principio, un censo de los integrantes de esta guerrilla que están presos en las cárceles del país, así como de su estado de salud y de sus condiciones de reclusión. Esto con el fin de determinar las primera acciones para poner en marcha la propuesta que el grupo insurgente llevó a la mesa para mejorar la situación general de los presos comunes y medidas concretas para 40 de sus prisioneros con problemas graves de salud.
En la concreción de este acuerdo fue determinante la presencia del ministro de Justicia Néstor Osuna, quien se hizo presente al comienzo del ciclo, para explicar los alcances de la reforma a la Justicia que adelanta su despacho.
Hace una semana, las delegaciones de paz del Gobierno y del ELN dieron a conocer los primeros avances del segundo ciclo de la mesa de diálogos e informaron que debían superar varios escollos para avanzar con “claridad y firmeza” en la siguiente fase de mesa de diálogo.
El sábado 25 de febrero, en un comunicado de cuatro puntos, explicaron que el primero asunto era la “caracterización jurídica legal del ELN como organización política armada rebelde con la que el Gobierno Nacional adelanta una negociación de paz”, que se refiere a que la denominación que el Estado colombiano -durante el gobierno de Iván Duque- ha hecho de esta guerrilla como un Grupo Armado Organizado, GAO.
Los voceros de la guerrilla han indicado que esa caracterización impide reconocerle su carácter político y por lo tanto no podrían legitimarse los acuerdos a los que se llegue en la mesa diálogo.
Otro de los asuntos que la mesa estaba definiendo era la creación de un canal de comunicación que le permita a las delegaciones seguir en contacto en los momentos que no haya ciclo de negociación e impedir que vuelvan a presentarse impases como el que ocurrió con el equivocado anuncio de un acuerdo sobre cese al fuego bilateral por parte del presidente Gustavo Petro. (EE)