"Para 2023, basándonos en las necesidades del Gobierno ucraniano, hemos aumentado nuestros compromisos de apoyo presupuestario y económico a 39.000 millones de dólares", dice el documento.
Estos compromisos y su rápido cumplimiento, destaca, "permiten a las autoridades [ucranianas] garantizar el funcionamiento del gobierno, continuar prestando servicios básicos, llevar a cabo la reparación de la infraestructura dañada y estabilizar la economía", así como apoyarán a Ucrania "en sus esfuerzos por proteger" a su territorio.
"Esta ayuda financiera es una adición a nuestra asistencia militar vital, así como a la capacitación de las fuerzas ucranianas, la ayuda humanitaria y la cooperación para el desarrollo", indica.
Además, los países del G7 reiteraron su "firme apoyo a una estrecha colaboración entre el FMI y Ucrania" e instaron a que un programa del Fondo Monetario Internacional se implementara en el país "para finales de marzo de 2023".
En lo referente a la restauración de la infraestructura de Ucrania, el G7 se pronunció a favor de continuar sus "esfuerzos conjuntos para apoyar y ayudar a Ucrania en reparar su infraestructura de importancia crítica (...), en particular mediante una plataforma interinstitucional de coordinación de donantes".
Los países del G7, según el documento, tienen planeado coordinar sus acciones con el Banco Mundial, el Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo y el Banco Europeo de Inversiones. El G7 está integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido, seis de ellos miembros de la OTAN.