El ministro de Justicia, Iván Lima, considera que no es necesario citar a los obispos para que declaren como testigos en el caso Golpe de Estado I, porque, en su criterio, ya fueron citados, en esa misma condición, en el caso Golpe de Estado II.
“No tiene sentido lógico ni jurídico tener citación a los obispos”, dijo en entrevista con RTP.
Acotó que “no se puede juzgar dos veces los mismos hechos”.
Y recordó que hay una sentencia en el caso Golpe de Estado II, referido a la proclamación de Jeanine Áñez como presidenta en 2019.
“En ese proceso fueron citados como testigos los obispos y concurrieron”, afirmó.
El 10 de junio de 2022, el Tribunal Primero de Sentencia Anticorrupción de La Paz condenó a 10 años de prisión a Áñez.
También al excomandante de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman y al excomandante de la Policía Vladimir Calderón.
En la ocasión, el fiscal general del Estado, Juan Lanchipa, indicó que se acreditó la ruptura de la sucesión constitucional en noviembre de 2019 y se demostró judicialmente que hubo un quebrantamiento a la Constitución Política del Estado.
Lima insistió que las declaraciones de algunas personas que participaron, en noviembre de 2019, en reuniones en la Universidad Católica, ya fueron objeto de proceso judicial.
Por ello, no corresponde volver a juzgar los mismos hechos.
El pasado lunes, el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, confirmó que solicitará al Ministerio Público que cite a los obispos, como testigos, para que informen sobre qué se habló en las reuniones en la Universidad Católica.
Entre el 10 y 12 de noviembre, obispos de la Iglesia Católica, embajadores de Brasil, España y la Unión Europea, además de políticos y cívicos, abordaron la crisis política de entonces.
Además, la eventual sucesión del dimisionario presidente Evo Morales.
Por el clero católico asistieron los monseñores Aurelio Pesoa, Eugenio Scarpellini (+) y Giovani Arana, además del padre José Fuentes y Juan Carlos Núnez.
Lima señaló que un acusador tiene que llevar testigos que lo ayuden a fortalecer la acusación.
Por tanto, no es lógico pensar que quienes están con una postura respetable sobre lo que ocurrió en 2019 y que serían más bien testigos de defensa, sean presentados por quien está acusando.
“Eso no suena parte de una estrategia procesal”, cuestionó.
Esta intención de Chávez es entendida por el ministro Lima como una situación de confrontación.
Lo que no aclarará los aspectos jurídicos, técnicos y procesales del caso.
“Entrar en niveles de confrontación no es bueno, hay que pedirle que se calmen un poco a algunos actores políticos porque esto no es un enfrentamiento”, dijo.
Dejó en claro que los procesos buscan la verdad y no un escenario de confrontación. (larazon.bo)