"Tengo buenas relaciones con muchos austriacos corrientes y no tan corrientes, y sé que tratan a nuestro país con mucha amabilidad. A pesar de cualquier (...) acontecimiento que tenga lugar en el mundo, su opinión sobre nuestro país no cambia, a diferencia de las élites políticas de algunos países, incluidos los europeos. A menudo, estas élites no persiguen sus propios intereses nacionales, sino los de terceros países. Pero el replanteamiento sigue en marcha", afirmó el mandatario.
En general, en la opinión del alto funcionario, la soberanía de Europa será devuelta de un modo u otro, pero llevará tiempo.
"Muchas de las cosas que ocurren tienen raíces profundas, ciertos fundamentos. Y, por supuesto, llegará el momento, no cabe duda, la soberanía será devuelta a Europa de un modo u otro. Por lo que parece, esto llevará algún tiempo", resumió.
En cuanto a la "cancelación" por los países occidentales de los clásicos mundiales provenientes de Rusia, Putin subrayó que los rusos no son perfectos, pero nunca pensaron en "cancelar" las obras de destacados autores extranjeros.
"A todos nos enseñaron y aleccionaron desde el extranjero. Puede que nos discutan algo, pero a nosotros nunca se nos ha ocurrido cancelar a Beethoven ni a Bach ni a O'Henry, y a ellos [en Occidente] sí se les ocurrió cancelar a Chaikovski. (...) Que vivan sin Chaikovski, Dostoyevski y Tolstói, pero nosotros no viviremos sin los clásicos mundiales", manifestó.
Rusia, en sus palabras, es solo una parte de la cultura mundial, pero muy significativa, y hay que comprender la importancia y el papel de la cultura rusa en la diversidad mundial.
Rusia continúa desde el pasado 24 de febrero una operación militar especial cuyo objetivo, según el presidente Vladímir Putin, es desnazificar y desmilitarizar a Ucrania. Numerosos países condenaron esa operación, impusieron sanciones a Moscú y apoyaron a Kiev con pertrechos, ayuda financiera y humanitaria.