La revista académica The British Medical Journal ha publicado en una edición especial de Navidad una recopilación de estudios científicos con un componente satírico, pero manteniendo el rigor. Entre ellos, se han presentado los resultados de una encuesta realizada por el citado equipo, que incluye a Sonia Paytubi y a Laura Costas, y donde se demuestra que los colectivos de antivacunas, terraplanistas o reptilianos (alienígenas infiltrados en la humanidad) son menos conscientes de los agentes que realmente pueden provocar cáncer y de los que son solo mitos.
Para recoger los datos, los autores del estudio hicieron circular una encuesta entre varios foros de discusión de internet como ForoCoches, Reddit, 4Chan o HispaChan. La encuesta incluía preguntas validadas sobre la percepción del cáncer y de las sustancias que podrían causarlo. También había preguntas más generales como por ejemplo si se habían vacunado de la COVID-19, si pensaban que la Tierra es plana, o si creían en la existencia de reptilianos. En total se consiguieron casi 1.500 respuestas, de las que 284 procedían de personas que no se habían vacunado de la COVID-19, que preferían la medicina alternativa o que creían en alguna teoría de la conspiración.
Los resultados muestran que los seguidores de alguna teoría de la conspiración, en particular los terraplanistas y defensores de la existencia de reptilianos, tienen mayor desconocimiento sobre las causas reales del cáncer y, por otro lado, creen más en los mitos sobre falsos factores cancerígenos como los microondas, los teléfonos móviles o los transgénicos. El mismo patrón se observó en quienes no habían querido recibir dosis alguna de la vacuna contra la COVID-19, o quienes preferían la medicina alternativa a la convencional.
Entre todas las respuestas, 673 participantes, casi la mitad, sostenían que “todo puede causar cáncer”, lo que pone de manifiesto la dificultad de la sociedad para diferenciar las causas reales y los mitos en cuanto a agentes carcinógenos se refiere.
Esto es especialmente relevante teniendo en cuenta la temática, ya que la desinformación puede tener consecuencias negativas para la salud. “Estos resultados, aunque estén hechos desde el humor, son importantes ya que conocer las causas del cáncer es el primer paso para prevenirlo” –asegura la Dra. Laura Costas, investigadora principal del IDIBELL y el Instituto Catalán de Oncología, y coautora del estudio. “Estar mal informado puede llevar a adoptar medidas preventivas que no son efectivas, seguir estilos de vida de riesgo o rechazar acciones de prevención efectivas como la vacuna del VPH o el cribado, incluso, en los casos más extremos, la mala información puede llevar a rechazar tratamientos oncológicos efectivos con consecuencias fatales”.
La existencia de este tipo de creencias pseudocientíficas es en parte el resultado del creciente bombardeo de información en los medios de comunicación y redes sociales, y de no ser suficientemente efectivos en combatir la desinformación. Este caso, a pesar de ser un estudio preliminar, es un llamamiento para seguir investigando cómo esto puede afectar a la salud y encontrar las mejores estrategias para acabar con las falsedades médicas.
La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) tiene una clasificación de todos los agentes sospechosos de ser cancerígenos en función de la evidencia científica disponible.
Se consideran causas establecidas de cáncer aquellos agentes de los que la evidencia científica en humanos es clara y puede definirse su causalidad. Son ejemplos el tabaco, el consumo frecuente de carne procesada o la exposición excesiva a la radiación ultravioleta del Sol.
Hay agentes que no están en ese grupo, pero aun así son considerados popularmente como cancerígenos, como podrían ser los campos magnéticos o los desodorantes, entre otros. Se trata de un grupo heterogéneo donde hay factores que tienen poco sentido biológico o que está ampliamente demostrado que no son cancerígenos, y otros que podrían serlo, pero de los cuales por ahora no hay suficientes datos para poder afirmarlo. Aunque en el futuro alguno de estos factores pueda ser reclasificado como causa establecida de cáncer, lo cierto es que por ahora no hay nada que lo indique.
Para que una causa de cáncer sea considerada establecida debe cumplir diferentes criterios de causalidad y múltiples estudios de distintos tipos deben demostrarlo de forma consistente.
El estudio se titula “Everything causes cancer? Beliefs and attitudes towards cancer prevention among anti-vaxxers, flat earthers, and reptilian conspiracists: online cross sectional survey”. (Fuente: IDIBELL)