Trabajadores del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) llevan adelante una jornada nacional de protesta en reclamo de una actualización de sueldos en torno al 56%. Las movilizaciones comenzaron el martes pasado y podrían extenderse a la espera de una respuesta de parte del presidente del organismo, Mariano Garmendia, a quien le vienen planteando la situación desde hace más de siete meses.

“Hoy estamos en una jornada nacional; algunos compañeros están en el borde de la ruta entregando panfletos, hay ollas populares en Salta, frente a la estación del INTA, en la ruta. Lo que estamos reclamando es un aumento salarial del 56%, porque hemos perdido poder adquisitivo”, comenzó a relatar el secretario general de la Asociación del Personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Apinta), Mario Romero, a LA NACION.

Según explicó, desde noviembre de 2015 hasta septiembre de este año han perdido el 40% del poder adquisitivo y los salarios no son competitivos en relación con la actividad privada u otros organismos del Estado. “Se están yendo trabajadores capacitados por el Estado a trabajar a la actividad privada y cuando se van, cuesta seguir los grupos [de trabajo]”, destacó.

Por la falta de respuestas, los secretarios de seccional están gestando otro paro de los trabajadores por 48 horas para el comienzo de la semana próxima, en espera de una solución por parte del presidente del organismo. “Garmendia cortó el diálogo después de una movilización del gremio, que se hizo el 23 de septiembre”, indicó y destacó que lo último que les dijo es que estaba gestionando. “Desde hace más de siete meses cuando sale a recorrer el país les dice a los trabajadores que va a dar aumento de salarios y no pasa nada. Desde abril está prometiendo aumentos salariales y no pasa nada”, narró.

En promedio, explicó, un investigador con 15 años de antigüedad no llega a los $200.000. Además, contó que el INTA, en este momento, está tomando becarios con sueldos que están muy por debajo de la canasta básica de alimentos. “Es un fracaso para el organismo si tiene que incorporar becarios para que después formen parte de la planta y que sean la renovación de los cuadros técnicos que posteriormente tiene el organismo”, afirmó.

El gremio traza una comparativa con los salarios del Conicet y el Senasa, organismos que se dedican a investigar y a fiscalizar, respectivamente. “Antes ganábamos un poco más que ellos y ahora estamos un 30% menos”, comparó.

Los trabajadores hicieron la jornada de protesta este viernes porque el próximo domingo, 4 de diciembre, se cumplen 66 años de la creación del Instituto. “El lema es ‘nada para festejar’, porque hoy hay un INTA con presupuesto para funcionar, e inversiones, pero tiene trabajadores pobres. El 6% de estos están bajo la canasta básica total”, manifestó. El organismo tiene en total 6500 trabajadores, cuenta con 70 Estaciones Experimentales, 300 Agencias de Extensión, 19 Centros Regionales de Investigación y una red federal territorial reconocida internacionalmente.

En un comunicado, señalaron que las movilizaciones en estos días se dieron en las rutas aledañas a las Estaciones Experimentales de los trabajadores. “La acción directa obedece a la escalada del conflicto en el Organismo, y se prevé una gran concurrencia con cortes de ruta para la entrega de panfletos a los automovilistas. Las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe, Chubut, Chaco y Formosa entre otros serán epicentro de las protestas”, enumeraron.

“No vamos a claudicar en nuestras legítimas demandas de lograr recomponer el atraso salarial desde el 2015, que nos coloca hoy tristemente en el lugar 127 del ranking de salarios de organismos estatales sobre 136 evaluados”, manifestó Romero en el documento.

Los pedidos en la actualización de paritarias también fueron elevados a funcionarios del Ministerio de Economía y de la Secretaría de Agricultura “para que tomen cartas en el asunto”. Los empleados insistieron en que “esta situación conflictiva debe solucionarse” y que, si bien plantearon escenarios de negociación y mesas de diálogo, todavía “no tiene respuestas”. LA NACION se contactó con el organismo para tratar de tener una respuesta ante los planteos de los empleados y allí contestaron: “No hay declaraciones”. (La Nación por Belkis Martínez)