Ha sido ya bautizada como la "gran disrupción" de diciembre, y será lo más parecido a una huelga general en el Reino Unido... Todos a una, las enfermeras, los paramédicos, los conductores de ambulancias, los trabajadores de correos, los empleados de ferrocarriles, los conductores de autobuses de Londres, los bomberos, los profesores y hasta los examinadores del carné de conducir amenazan con paralizar el país de aquí a Navidades, en un reflejo del creciente malestar social y económico.

El premier R ishi Sunak se mostró inflexible ante la oleada de huelgas "a la italiana" y reiteró en el Parlamento el miércoles que las demandas de aumentos salariales son "inviables". El secretario de Transportes Mark Harper fue aún más directo: "No hay una fosa sin fondo de dinero para subir los sueldos".

En previsíon del caos, el Gobierno británico ha puesto en marcha planes de contingencia con cientos de soldados en funciones civiles, al volante de las ambulancias o controlando incluso el acceso en las fronteras (la Border Force irá también a la huelga), según revela The Times. El ejército, que pueder ser movilizado ante "la falta de capacida civil", ya fue activado durante la pandemia y durante la crisis de suministros en las gasolineras hace dos años.

"Nos enfrentamos a un gran reto este invierno y las huelgas no son en el interés de nadie", advirtió el secretario de Salud Steve Barclay, tras reconocer el trabajo y la dedicación del personal sanitario. "Las actuales circunstancias económicas significan que las demandas de los sindicatos no son asequibles. Un aumento del 1% supondría coste de 700 millones de libras (800 millones de euros) al año".

ENFERMEROS

"Lo último que queremos es estar fuera de los hospitales haciendo piquetes y dejando desatendidos a los pacientes", ha advertido Pat Cullen, al frente del Real Colegio de Enfermería, que irán por primera vez a la huelga en 106 años. Los enfermeros reclaman un aumento salarial del 5% por encima de la inflación (que supera ya el 11%). "Llevamos mucho tiempo demandando cambios y un reconocimiento por nuestra labor durante la pandemia". Las huelgas de 12 horas han sido convocadas para el 15 y 20 diciembre.

CONDUCTORES DE AMBULANCIAS

Los paros pueden ser secundados al final por más de 300.000 trabajadores del Servicio Nacional de Salud (NHS). Doctores, paramédicos, comadronas, fisioterapeutas y hasta los 15.000 conductores de ambulancias pueden sumarse en última instancia los paros. "La decisión de ir a la huelga es especialmente dura para aquellos cuyos trabajos consisten en cuidar y salvar vidas", ha reconocido la secretaria general del sindicato Unison Christina McAnea. En el caso de los conductores de ambulancia, será la primera huelga desde 1990, cuando el ejército tuvo que cubrir temporalmente los servicios de emergencia.

AUTOBUSES

Las colas en las paradas de autobús de Londres serán probablemente desde el jueves la primera señal de la "gran disrupción". Los conductores de doubledeckers irán a la huelga del 1 al 3 de diciembre para pedir un aumento salarial. Se estima que más de 100 rutas se verán afectadas por los paros de los trabajdores adscritos a las compañías Abellio y Metroline. La Autoridad de Transporte de Londres (TfL) ha recomendado el uso de alternativas a los autobuses para desplazarse por la ciudad desde el jueves.

TRENES

Marcando el tren las huelgas, los servicios ferroviarios del Reino Unido entraron en barrena el pasado verano y la situación no ha hecho más que agudizarse. Mick Lynch, al frente del sindicato ferroviario RMT, ha librado un pulso sucesivo con tres primeros ministros (Boris Johnson, Liz Truss y Rishi Sunak) y ha denunciado la actitud del Gobierno como una "farsa". El sindicato pide un aumento salarial el 8% y evitar entre 1.800 y 3.000 despidos. El propio Rishi Sunak ha reconocido entre tanto que el servicio de trenes en el norte de Inglaterra -principalmemte a cargo de la compañía Avanti- se ha "deteriorado inaceptablemente". Los ferrocarriles británicos fueron privatizados por el Gobierno conservador de John Major en 1997.

CORREOS

Las cartas y los paquetes llegará difícilmente a tiempo estas Navidades. A patir del 1 de diciembre, durante diez días alternativos (incluida la víspera de Nochebuena) unos 110.000 trabajadores del Royal Mail adscritos al Sindicato de Trabajadores de la Comunicación (CWU) irán también a la huelga, pidiendo mejoras salariales y la evitación de despidos. El Royal Mail fue privatizado en el 2013 por el Gobierno de David Cameron y el servicio ha sufrido un grave deterioro desde entonces. "¿Cómo se explica que los accionistas tuvieran un beneficio récord el año pasado y al mismo tiempo se recortaran los servicios?", fue la pregunta lanzada en el Parlamento por la diputada laborista Catherine West.

PROFESORES

Unos 2,5 millones de estudiantes han notado ya los efectos de la huelga en la enseñanza secundaria y en las universidades que afecta sobre todo a Escocia. Unos 70.000 miembros del sindicato University and College Union, que incluye profesores, conferenciantes e investigadores fueron por segunda vez a la huelga el miércoles y han anunciado nuevos paros a lo largo de diciembre.

AGENTES DE FRONTERAS

La Border Force va también a la huelga en unos de los meses más activos del año, demandando un aumento salarial del 10%. Se estima que más de 600 soldados cubrirán sus funciones, pero las colas serán inevitables en los aeropuertos y pueden volver a causar el colapso del Eurotúnel. Los soldados deberán cubrir también las funciones de registro y control de los inmigrantes ilegales que lleguen a las costas británicas a través del Canal de la Mancha en diciembre. (AFP)