Esas leyes son solo dos ejemplos de la nueva regulación del aborto en Estados Unidos que va a entrar en vigor después de la sentencia del Tribunal Supremo del viernes, que derogó la constitucionalidad del aborto y lo dejó, por tanto, en manos de los estados.
Así es como se llega a leyes como las de Alabama y Texas. El aborto en el primero de esos estados está prohibido en todos los casos, incluyendo incesto y violación, con la sola excepción de que haya un riesgo serio de vida para la madre o que el embrión tenga alguna dolencia que vaya a causarle la muerte en los días posteriores a su nacimiento. En Texas, solo está autorizado cuando la mujer corre riesgo de problema de salud severo si no aborta.
Las leyes que tipifican esas penas y esas regulaciones habían sido aprobadas por esos estados, de mayoría republicana. Pero hasta ahora no habían entrado en vigor, ya que eran, literalmente, anticonstitucionales, puesto que contravenía la sentencia del Tribunal Supremo 'Roe versus Wade', de 1973, que no solo establecía que el aborto era un derecho universal sino que, además, declaraba que éste podía ser llevado a cabo hasta que el feto fuera "viable", es decir, que pudiera vivir fuera del vientre de la madre. Normalmente, eso significaba abortos hasta las 24 semanas de gestación.
CIERRE DE CENTROS
En cuanto el Tribunal hizo pública su decisión el viernes, todos los centros que practican abortos en Texas cerraron sus puertas. La ley que establece la posibilidad de mandar a la cárcel de por vida a los que hagan abortos solo entrará en vigor, aproximadamente, en unos dos meses. Pero los riesgos legales ya son enormes. En el condado de Starr, en Texas, una mujer que se produjo a sí misma un aborto este año ha sido procesada por asesinato. La ley de Texas establece cárcel de por vida o incluso la pena de muerte para ese delito. La confusión, además, se agrava en un país tan descentralizado como EEUU, donde los fiscales de distrito tienen una enorme autonomía para decir qué acciones emprenden. En Alabama, dos de los tres centros que realizaban abortos en el estado cerraron sus puertas inmediatamente.
El debate no solo afecta al aborto. En su 'opinión' - que es como se llama a los análisis de los jueces del Supremo cuando ese órgano judicial dicta sentencia - sobre el aborto, el viernes, el juez Clarence Thomas insta a la corte a "reconsiderar" una serie de decisiones en las que fueron legalizados los anticonceptivos, el matrimonio entre personas del mismo sexo y las relaciones sexuales entre hombres.
Precisamente, la mujer de Thomas, Ginni, fue una de las organizadoras de la estrategia de Donald Trump para tratar de revertir los resultados de las elecciones de 2020, que ganó Joe Biden. Queda, además, la cuestión de si en el futuro el Supremo decidirá que el aborto no debe ser legal en ningún estado del país, algo que por ahora se antoja imposible pero que, tras la sentencia del viernes, ha cobrado visos de verosimilitud.
Protestas en decenas de ciudades de EEUU contra la ilegalización del aborto
Al grito de "¡Mi cuerpo, mi decisión!" o "¡Abortemos el Tribunal!" se multiplican las manifestaciones en el país, la más multitudinaria en Washington
Miles de personas salieron a la calle en decenas de ciudades de Estados Unidos para protestar por el fallo del Tribunal Supremo que este viernes eliminó la protección federal del derecho al aborto, lo que ha permitido que varios estados ya restrinjan ese derecho.
Una de las protestas más multitudinarias fue la de la capital de Estados Unidos, donde centenares de personas se concentraron durante horas frente al Tribunal Supremo al grito de "¡Mi cuerpo, mi decisión!" o "¡Abortemos el Tribunal!".
Consignas similares se escucharon en hasta 70 localidades de EEUU, según el recuento de la cadena CNN.
Algunas habían sido organizadas para la noche del viernes por grupos como Planned Parenthood, la organización que gestiona la mayor red de clínicas de salud reproductiva en Estados Unidos; pero otras surgieron de manera espontánea con mujeres que se unieron para alzar la voz.
Las protestas fueron especialmente numerosas en las principales ciudades de EEUU, como Nueva York donde miles de personas se concentraron en el Washington Square Park, una céntrica plaza que tradicionalmente acoge mítines políticos y manifestaciones.
En Los Ángeles (California), los manifestantes bloquearon el tráfico del centro de la ciudad, mientras que en Filadelfia (Pensilvania) miles se concentraron frente al emblemático Ayuntamiento y en Austin (Texas) hubo una protesta frente a la corte federal.
Otros cientos de personas salieron a la calle en Atlanta (Georgia) en dos manifestaciones diferentes que se unieron a los pies del parlamento estatal.
INCIDENTES EN IOWA Y ARIZONA
La mayor parte de las marchas se desarrollaron de manera pacífica, aunque se registraron incidentes en las localidades de Cedar Rapids (Iowa) y Phoenix (Arizona).
En Phoenix, la Policía dispersó con gas lacrimógeno a manifestantes que se habían concentrado frente al parlamento de Arizona y que estaban golpeando con fuerza los ventanales del edificio, algo que había obligado a los senadores estatales a interrumpir la sesión.
La Policía de Phoenix aseguró en un comunicado que había empleado gas lacrimógeno porque los manifestantes "intentaron romper el cristal" del edificio.
Por otro lado, en Cedar Rapids, en el estado de Iowa, dos personas resultaron heridas al ser atropelladas por un coche durante una protesta.
En un comunicado, el alcalde de Cedar Rapids, Tiffany O'Donnell, dijo que la policía estaba investigando el suceso.
El fallo del Tribunal Supremo contra el aborto ha generado un gran nivel de confusión y las clínicas de algunos estados, como las de Arizona, han dejado de practicar abortos por miedo a enfrentarse a consecuencias penales.
Mientras tanto, el aborto ya es ilegal en nueve estados (Alabama, Arkansas, Kentucky, Luisiana, Misuri, Oklahoma, Dakota del Sur, Utah y Wisconsin).
Todos ellos habían aprobado con anterioridad unas leyes destinadas a prohibir el aborto y que entraron en vigor tan pronto como se hizo pública la decisión del Tribunal Supremo.
La organización Planned Parenthood, que gestiona la mayor red de clínicas de salud reproductiva en EEUU, estima que 26 estados acabarán prohibiendo el derecho al aborto, en cuestión de días, semanas o meses.
DOS SENADORES ACUSAN A UN JUEZ DE MENTIR
Los senadores Susan Collins (republicana) y Joe Manchin (demócrata) han acusado al juez del Tribunal Supremo Brett Kavanaugh de mentirles sobre su posición con respecto al aborto durante su polémico proceso de confirmación en 2018.
En declaraciones a los medios, tanto Collins -una de las senadoras republicanas más progresistas- como Manchin -uno de los demócratas más conservadores- recordaron que Kavanaugh les hizo creer hace cuatro años que su preferencia era mantener la jurisprudencia en esta cuestión.
Sin embargo, Kavanaugh -cuya confirmación en 2018 fue de lo más polémica al saltar a la luz un presunto episodio de abusos sexuales cuando era universitario- fue uno de los seis magistrados del Supremo que el viernes votaron a favor de revocar la protección legal al aborto en EEUU vigente desde 1973.
"Me siento engañada", aseguró Collins. Manchin, por su parte, incluyó en el mismo paquete a otro juez, Neil Gorsuch, y dijo que en su momento confió tanto en Kavanaugh como en Gorsuch cuando le dijeron que iban a respetar la jurisprudencia.
Collins y Manchin votaron a favor de las confirmaciones de ambos jueces y, especialmente en el caso de Kavanaugh, este podría no haber recabado los suficientes apoyos si ambos senadores se hubiesen opuesto a su confirmación. (AFP/EFE)