La medida fue aprobada por 65 contra 33, con 15 senadores republicanos unidos a los demócratas en la cámara alta del Congreso.
El proyecto de ley surge tras los tiroteos masivos del mes pasado en un supermercado en Buffalo, Nueva York, y una escuela primaria en Uvalde, Texas, que dejaron 31 muertos.
Ahora tendrá que aprobarse en la Cámara de Representantes antes de que el presidente Biden pueda convertirlo en ley.
En un comunicado emitido después de la votación, el presidente pidió a los miembros de la Cámara que "voten de inmediato sobre este proyecto de ley bipartidista y lo envíen a mi escritorio".
"Esta noche, después de 28 años de inacción, los miembros bipartidistas del Congreso se unieron para atender el llamado de las familias de todo el país y aprobaron una legislación para abordar el flagelo de la violencia armada en nuestras comunidades", declaró Biden.
"Las familias en Uvalde y Buffalo, y demasiados tiroteos trágicos anteriores, han exigido acción. Y esta noche, actuamos".
La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, prometió pasar el proyecto de ley rápidamente, a pesar de que el líder republicano Kevin McCarthy instó a sus miembros a votar en contra de éste.
"Mañana a primera hora, el Comité de Reglas se reunirá para llevar al pleno esta legislación que salva vidas", indicó Pelosi después de la votación el jueves.
Por debajo
Aunque significativas, las propuestas están muy por debajo de lo que muchos demócratas y activistas han pedido.
Las reformas incluyen verificaciones de antecedentes más estrictas para compradores menores de 21 años y US$15.000 millones en fondos federales para programas de salud mental y mejoras de seguridad escolar.
También pide fondos para alentar a los estados a implementar leyes de "bandera roja" para retirar las armas de fuego de las personas consideradas una amenaza.
Y cierra el llamado "vacío legal del novio" al bloquear la venta de armas a los sujetos condenados por abusar de parejas íntimas no casadas.
El proyecto de ley también es importante porque es la primera vez en décadas que las reformas propuestas reciben este nivel de apoyo tanto de demócratas como de republicanos.
Históricamente, los esfuerzos para fortalecer las leyes de armas de Estados Unidos han sido bloqueados por el partido republicano.
Los 50 demócratas, incluidos los miembros más conservadores del partido, los senadores Joe Manchin y Kyrsten Sinema, se unieron a los republicanos negociadores, incluido el líder del partido en el Senado, Mitch McConnell, y el aliado cercano de Trump, Lindsey Graham.
Una gran cantidad de organizaciones de defensa tradicionalmente de tendencia conservadora, incluida la Orden Fraternal de Policía y la Asociación Internacional de Jefes de Policía, también respaldaron el proyecto de ley.
Sin embargo, dos tercios de los republicanos se opusieron a la legislación, y todos los que la respaldaron, excepto Lisa Murkowski de Alaska y Todd Young de Indiana, no se enfrentarán a los votantes este año o han anunciado su intención de no buscar la reelección.
El senador de Texas Ted Cruz, a quien se apunta ampliamente para buscar la nominación presidencial republicana en 2024, condenó el proyecto de ley como un intento de "tratar de desarmar a los ciudadanos respetuosos de la ley en lugar de tomar medidas serias para proteger a nuestros niños".
"Pasos en la dirección correcta"
El presidente Biden dijo a principios de este mes que las propuestas eran "pasos en la dirección correcta", pero aún no son suficientes.
Biden ha presionado por reformas más importantes, incluida la prohibición de las armas de asalto, que se usaron en los tiroteos masivos de Texas y Buffalo el mes pasado, o al menos un aumento en la edad a la que se pueden comprar.
Se cree que el atacante en Texas compró dos rifles semiautomáticos días después de cumplir 18 años.
EE.UU. tiene la tasa más alta de muertes por armas de fuego entre las naciones ricas del mundo: más de 20.900 personas han muerto por violencia armada en el país este año, incluidos homicidios y suicidios, según Gun Violence Archive, un grupo de investigación sin fines de lucro.
Pero también es un país donde muchos aprecian los derechos de armas que están protegidos por la Segunda Enmienda de la Constitución para "tener y portar armas".
La última legislación federal significativa sobre el control de armas se aprobó en 1994 y prohibió la fabricación para uso civil de rifles de asalto y cargadores de gran capacidad, pero expiró una década después.
Después del tiroteo en la escuela Sandy Hook de 2012 en Connecticut, en el que murieron 20 niños y seis adultos, los intentos de endurecer las leyes no lograron obtener suficientes votos en el Congreso.
La votación del jueves ocurrió horas después de que la Corte Suprema anulara una ley de Nueva York que restringía quién puede portar un arma legalmente, ampliando efectivamente los derechos de portación de armas e ilustrando la profunda división en los Estados Unidos sobre el tema.
El tribunal determinó que el requisito de Nueva York de que los residentes demuestren "causa justificada" -o una buena razón- para portar armas de fuego ocultas en público viola la Constitución.
McConnell dijo que la decisión de la corte, combinada con la legislación del jueves, logró "dos victorias históricas".
La Corte Suprema de EE.UU. amplía el derecho a llevar armas de fuego en la calle en una histórica decisión
La Corte Suprema de Estados Unidos respaldó el derecho de los ciudadanos a portar armas de fuego en las calles.
El alto tribunal anuló este jueves, con 6 votos a favor y 3 en contra, una ley que restringía la tenencia de armas en la vía pública en el estado de Nueva York.
Portar un arma de fuego en ese estado requería hasta ahora una licencia especial y para obtenerla era necesario demostrar una causa justificada.
Existen leyes similares en otros estados como California, Hawái, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey y Rhode Island.
Se espera que el fallo de la Corte Suprema pueda ser usado para anular esas legislaciones restrictivas en todo el país, lo que afectaría a una cuarta parte de los aproximadamente 330 millones de estadounidenses.
Así, cualquier persona con licencia para tener armas de fuego podría legalmente salir a la calle con ellas en algunas de las principales ciudades del país, como Los Ángeles, San Francisco o Boston.
En representación de la mayoría que respaldó el fallo en la Corte Suprema, el juez Clarence Thomas argumentó que la Constitución protege "el derecho de un individuo a portar un arma de fuego para su defensa propia fuera del hogar".
Así, consideró que exigir a los ciudadanos que demuestren una causa justificada para ejercerlo en Nueva York viola la Segunda Enmienda de la carta magna.
Esta enmienda, redactada en 1791 y cuya interpretación es hoy objeto de debate, recoge "el derecho del pueblo a poseer y portar armas".
Revés para el control de armas
La sentencia supone un revés para los esfuerzos para endurecer las regulaciones sobre armas de fuego que se están llevando a cabo en el Congreso y el Senado estadounidenses, después de varios tiroteos masivos con decenas de muertos en los últimos meses.
Entre ellos fue particularmente trágica la masacre de Uvalde (Texas), en la que un joven de 18 años entró en una escuela con un fusil y mató a 19 niños y 2 maestras.
El fallo es histórico ya que hasta ahora la Corte Suprema solo se había pronunciado una vez sobre el derecho a portar armas.
Fue en 2008, en el famoso caso del Distrito de Columbia contra Heller, en el que respaldó el derecho de los estadounidenses a tener armas en su hogar para defensa propia.
En esta ocasión fue la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés), el influyente lobby pro armas del pais, la que llevó el caso a los tribunales.
Estas sentencias a favor de quienes defienden la tenencia de armas dificulta, según expertos, que en el futuro los jueces de la Corte Suprema cambien de rumbo e interpreten la Constitución de una forma más restrictiva respecto a este particular derecho.
Reacciones: de la condena a la celebración
Uno de los tres magistrados que votaron en contra, el juez Breyer, argumentó que en lo que va de 2022 la violencia armada se ha cobrado un número significativo de vidas en EE.UU.
"Solo desde el comienzo de este año ya se han reportado 277 tiroteos masivos, un promedio de más de uno por día", alegó.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó estar "profundamente decepcionado" por la sentencia de la Corte Suprema.
Aseguró que el fallo "contradice tanto el sentido común como la Constitución, y debería preocuparnos a todos".
Autoridades de Nueva York, incluida la gobernadora demócrata Kathy Hochul, también condenaron la decisión del alto tribunal.
Hochul consideró "escandaloso que en un momento de debate nacional sobre la violencia armada, la Corte Suprema haya anulado imprudentemente una ley de Nueva York que ponía limitaciones a quienes pueden llevar armas ocultas", criticó Hochul.
El Alcalde de Nueva York, Eric Adams, aseguró que revisará otras formas de restringir el acceso a armamento, como endurecer el proceso de solicitud para comprar armas de fuego y evaluar prohibiciones en ciertos lugares.
Por su parte, la Asociación Nacional del Rifle celebró la histórica sentencia.
"El derecho a la autodefensa y a defender a la familia y seres queridos no debe terminar en casa. Este fallo brinda a los estadounidenses que respetan la ley una justicia que salva vidas", afirmó en un comunicado Wayne LaPierre, vicepresidente ejecutivo de la NRA.
El poderoso lobby de las armas dio asistencia a los demandantes, Robert Nash y Brandon Koch, dos neoyorquinos que habían solicitado un permiso para portar armas en la calle, pero se les denegó pese a contar con licencias para poseer armas recreativas.
En Estados Unidos hay más de 390 millones de armas registradas a nombre de civiles.
Solo en 2020 más de 45.000 estadounidenses murieron por lesiones relacionadas con armas de fuego, incluyendo homicidios y suicidios. (BBC)