Después de que Juntos (Ensemble), la coalición del presidente francés no ganara los suficientes escaños para darle a Macron un gobierno con amplio margen de maniobra, el mandatario busca la forma de recuperar el control tras el desaire electoral de las legislativas.
Tras dos días de intensas consultas políticas, el jefe de Estado rompió el silencio este miércoles 22 de junio reconociendo que los comicios evidenciaron "fracturas" políticas y llamando a los legisladores del país a "gobernar y legislar diferente", sin especificar cómo esperaba lograrlo.
Tras señalar que ninguna fuerza política está en estos momentos en condiciones de hacer las leyes "sola", Emmanuel Macron instó a los grupos políticos de la Asamblea Nacional a "decir con total transparencia hasta qué punto están dispuestos a avanzar" para evitar un posible estancamiento en las políticas de gobierno.
"La responsabilidad (de la mayoría presidencial) es expandirse, construyendo un contrato de coalición, o buscando mayorías", declaró el jefe de Estado en un breve discurso de ocho minutos. El presidente también descartó la idea de un gobierno de unidad nacional, que ya había sido rechazado por los líderes de los principales partidos políticos en la jornada.
Sin especificar cómo ampliar la mayoría presidencial, la intervención de Emmanuel Macron no disipó las incertidumbres políticas nacidas del "voto castigo" del 12 y 19 de junio.
Macron pone sobre la mesa la posibilidad de apoyos puntuales
La alianza formada en torno al jefe de Estado obtuvo al final de la segunda vuelta de las elecciones legislativas sólo 245 diputados. Es decir, 44 menos que los necesarios para una mayoría absoluta, por lo que tendrá que formar un gobierno de coalición, o bien obtener una mayoría sobre una base de caso por caso para aprobar sus proyectos de ley.
La posición del campo presidencial es más delicada en tanto que Los Republicanos (LR) y la UDI, sus aliados más "naturales" dentro de la oposición para llevar a cabo su programa de reformas, incluido el del sistema de pensiones, siguen repitiendo que no quieren participar en un gobierno de coalición. Sus sesenta miembros electos serían suficientes para constituir una mayoría estable.
Los resultados de las elecciones legislativas confirmaron el ascenso de Nupes, la coalición de izquierda, y de la Agrupación Nacional, de extrema derecha, dos fuerzas de oposición decididas a bloquear en la medida de lo posible los proyectos económicos y sociales del presidente Macron.
A la espera de poder ver con más claridad la situación, Emmanuel Macron rechazó este martes la dimisión de la primera ministra, Elisabeth Borne, y le pidió que agilice los asuntos de actualidad, sin que su permanencia en el cargo esté asegurada a mediano plazo.
El discurso del presidente Macron tuvo lugar pocas horas antes del inicio de su maratón diplomático, que lo verá participar en un Consejo Europeo en Bruselas, una cumbre del G7 en Alemania, otra de la OTAN en Madrid y luego una conferencia de la ONU en Lisboa.
Macron dijo que espera comenzar a configurar las posibilidades de asociación política en el Legislativo francés junto a otros grupos políticos -ya sea con apoyos permanentes o apoyos puntuales- a su regreso de la cumbre europea del jueves y viernes en Bruselas.
Macron continúa las reuniones para romper el estancamiento parlamentario
El presidente francés avanza con la ronda de mítines con referentes de otros espacios políticos con el objetivo de resolver el acertijo planteado en la Asamblea Nacional luego de perder la mayoría absoluta en las elecciones del pasado domingo. Este 22 de junio será el turno de los aliados de coalición y referentes de La Francia Insumisa. El resultado del martes fue negativo y funcionarios cercanos al jefe de Estado advirtieron que no se enlazarán con la extrema izquierda ni derecha.
Este miércoles 22 de junio, Emmanuel Macron dio inicio a la segunda tanda de cónclaves con líderes de los espacios políticos que componen la Asamblea Nacional buscando conformar la mayoría que perdió en las urnas el pasado domingo y que amenaza la capacidad de gobernabilidad en el próximo mandato.
A lo largo del día, Macron se verá con el referente ecologista, Julien Bayou, y dos miembros relevantes de La Francia Insumisa: la presidenta del bloque, Mathilde Panot y Adrien Quatennens, mano derecha de Jean-Luc Mélenchon.
Además, recibirá a sus aliados en la coalición ‘Juntos’, como a Édouard Philippe, del partido ‘Horizontes’ y ex primer ministro, que clamó el martes por la configuración de una “gran coalición” para dar estabilidad a Francia.
Hasta acá, su propuesta de concertar nuevas alianzas para prevalecer en el Parlamento no ha tenido ningún éxito. Si bien fue una idea destacada por los opositores, que remarcaron la franqueza de las charlas, ninguno dio el aval para avanzar en la formación de lazos de conveniencia política.
A la salida de la reunión, la jefa de Asamblea Nacional, Marine Le Pen, expresó que no planean ser una oposición que hiciera “una obstrucción sistémica”, pero no dio lugar a un pacto. “Si las medidas que se presentan son de sentido común, las votaremos. Si no es así, las enmendaremos. Si no se incluyen en el texto, nos opondremos", afirmó.
En tanto que Le Pen reclamó condiciones como la presidencia del comité de finanzas y una vicepresidencia de la Asamblea para su espacio, que se expandió de gran manera pasando de los ocho de 2017 a los 89 de estos comicios.
Tampoco prosperaron las reuniones con Christian Jacob –de Les Républicains-, el socialista Olivier Faure y el comunista Fabien Roussel, que reveló que el presidente planteó “un gobierno de unidad nacional”.
“Le toca hacer propuestas y veremos de qué lado nos colocamos", agregó.
Jacob dijo que serán una oposición “decidida pero responsable” y subrayó que jamás entrarían en la formación de “un bloqueo”. También tuvo un acercamiento con un fuerte aliado como es Francois Bayrou, del centrista MoDem.
Desechados los acuerdos con las extremas derecha e izquierda
Hombres pesados del macronismo como Olivier Véran y Clément Beaune, ministros de Relaciones con el Parlamento y de Europa, respectivamente, descartaron cualquier alianza con los bandos de Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon.
“No puede haber una alianza, ni siquiera de circunstancias, con la Agrupación Nacional”, alegó Beaune, justificando que la base de valores entre ambos no es compatible.
“Tenemos el deseo de llegar, de trabajar en el interés general, un sistema mayoritario proyecto por proyecto, a veces con izquierda, a veces con derecha”, afirmó Véran. “No nos pondremos en condiciones de depender de las voces de Agrupación Nacional ni de La Francia Insumisa”, resaltó. (France 24 con EFE, Reuters y AFP)