Según el palacio del Elíseo, el jefe de Estado, Emmanuel Macron, no aceptó la renuncia de Borne, pues desea que el Gobierno "siga trabajando y actuando". Con este fin, Macron va a llevar a cabo "las consultas necesarias" con otros partidos de oposición para presentar "soluciones constructivas".

Macron recibe durante este martes (21.06.2022) a los líderes de los grandes partidos políticos, para intentar componer acuerdos después de haberse quedado sin mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, pero los responsables de los diferentes grupos ya han avanzado que descartan cualquier idea de coalición.

La coalición de Macron ¡Juntos! obtuvo 245 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), es decir le faltan 44 escaños para recuperar la mayoría absoluta. El frente de izquierdas, llamado Nupes, que reúne a la izquierda radical, ecologistas, comunistas y socialistas, logró 137 y la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, 89, cifra que multiplica por once los diputados logrados por esta formación en 2017.

Teóricamente, la primera opción para posibles pactos con la mayoría relativa del grupo macronista tendría que ser el partido conservador de Los Republicanos (LR), pero su presidente, Christian Jacob, reiteró este martes que tienen "una línea muy clara: nosotros estamos en la oposición".

Conservadores: Gobierno de Macron, "un quinquenio para nada"

En una entrevista a la emisora France Inter, Jacob subrayó que sus votantes no les han elegido "para estar en el Gobierno de Emmanuel Macron", al que responsabilizó de los resultados del primer mandato, que resumió en la fórmula "un quinquenio para nada" y en el hecho de que "ha instrumentalizado los extremismos" que representan Marine Le Pen por la derecha y Jean-Luc Mélenchon por la izquierda.

En todo caso, el líder del partido de la derecha clásica puntualizó que ellos nunca han trabajado para "el bloqueo de las instituciones", e hizo hincapié en que el presidente de la República tendría que moverse hacia el programa de LR, dando a entender que no están cerrados a acuerdos puntuales. 

Jacob es el primero de los líderes políticos que van a pasar por el Elíseo este martes, dentro de una ronda organizada tras los resultados de las elecciones legislativas del pasado domingo, que han dejado una Asamblea Nacional muy fragmentada, en la que al bloque macronista le harán falta otros 44 diputados para aprobar sus propuestas.

Después llegarán, sucesivamente, el primer secretario del Partido Socialista (PS), Olivier Faure, el presidente del centrista Modem, François Bayrou, el delegado de la formación Renacimiento, Stanislas Guerini, la jefa de la Reagrupación Nacional, Marine Le Pen, y el secretario nacional del Partido Comunista Francés (PCF), Fabien Roussel. 

El miércoles también habrá más reuniones, aunque la lista precisa no se ha anunciado todavía.

Líderes de la oposición rechazan cualquier coalición

Faure dejó claro este martes que el PS va a estar en la oposición, y dentro de la coalición electoral NUPES que constituyeron con La Francia Insumisa (LFI) de Mélenchon, con el PCF y con los Verdes.
"Nosotros somos absolutamente claros. Hemos sido elegidos en la NUPES y vamos a seguir en esta unión e intentar encarnar una alternativa", avisó en una entrevista a la emisora France Info.

Pero el primer secretario socialista también puntualizó que como las próximas elecciones no se sabe cuándo se celebrarán, mientras tanto "hay que tratar que el país vaya lo mejor posible" y su disposición es hacer "una oposición útil" para lo cual pretende convencer al jefe del Estado con algunas de sus propuestas, como aumentar el salario mínimo a 1.500 euros (ahora es de 1.300).

Faure, por otra parte, dijo no excluir participar en una moción de censura contra el Gobierno de la primera ministra, Elisabeth Borne, una idea lanzada desde el domingo por la noche por algunos responsables de LFI. 

Macron entra en territorio desconocido sin mayoría absoluta en Francia

El presidente Emmanuel Macron debe buscar aliados a partir del lunes (20.06.2022) para sacar adelante su programa reformista y liberal, después de que su alianza de centro perdiera la mayoría absoluta en Francia, asestándole un duro revés.

"La bofetada", "la ducha fría", "desautorizado", "un sismo político"... La prensa no ahorraba en calificativos para describir el golpe sufrido por el mandatario de 44 años, acostumbrado a gobernar desde 2017 con mayoría absoluta.

Su alianza ¡Juntos! obtuvo 245 de los 577 escaños de la Asamblea (cámara baja); el frente de izquierdas, 137; y la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, 89, multiplicando por once los diputados logrados en 2017.

A 44 escaños de la mayoría absoluta (289), la portavoz del gobierno, Olivia Grégoire, agitó este lunes el espectro de un "país bloqueado" y aseguró que "se necesitará imaginación, audacia y apertura" para llegar acuerdos.

"El presidente tendrá que cambiar su temperamento. Su gobierno se verá profundamente desestabilizado", advirtió el politólogo Pascal Perrineau al diario Le Parisien, para quien "deberá, lo quiera o no, aprender la cultura del compromiso parlamentario".

El martes, se reunirá con el representante de Los Republicanos (LR, derecha); del Partido Socialista y de Agrupación Nacional, antes de encontrarse con otros representantes el miércoles. (DW/AFP)