Dos bares ubicados sobre la avenida Olascoaga funcionaban como los centros de operaciones desde donde se coordinaba la distribución de la droga que se fabricaba en un departamento de la ciudad de Neuquén. Esa es la conclusión a la que arribó la investigación de la policía federal, que terminó con el allanamiento y detención de un hombre que tenía a cargo el laboratorio.

El detenido citaba a los compradores en los alrededores, intercambian cocaína o marihuana, y volvía al bar, señala la fiscalía sobre el trabajo que realizó la policía federal. Había un tercer local ubicado en Chaneton que también se utilizaba con estos fines.

Una vez realizado el contacto telefónico con el cliente en cuestión, y luego de haber coordinado un punto de reunión, el hombre se encontraba personalmente con los compradores, quienes se acercaban –en general a bordo de vehículos- para realizar un rápido intercambio a modo de “pasamanos”. Siempre el intercambio era en la vía pública.

En uno de los allanamientos se encontró recipientes que podrían contener precursores químicos, ya que estaban rotulados con la inscripción “acetona”, máscaras con filtro, un colador con restos de polvo blanco, balanza de precisión, distintos tipos de cristalería, probetas y pipetas de diversos volúmenes, entre otros instrumentos de laboratorio.

También se halló un invernadero donde estaban las dos plantas de marihuana. (RN)