Predomina el miedo en relación a la inestabilidad económica y la dificultad para sostener la economía doméstica. Al 49% de los argentinos la inflación les cambió su estilo de vida. El dato se desprende de un estudio de la consultora Horus Inteligencia Cognitiva, que compartió los resultados de un relevamiento que detectó una deslegitimación de la figura del presidente Alberto Fernández.

El reclamo de la ciudadanía en ese orden es por medidas que atiendan la situación de los salarios (“que le ganen a la inflación”). En tal sentido, desde el Gobierno salieron a destacar que los salarios de maro crecieron por encima de la inflación: el Índice de salarios total de marzo tuvo un crecimiento de 7,4% mensual (vs. 3,1% en febrero), y todos los sectores aceleraron la tasa de crecimiento de los salarios respecto al mes anterior.

“En el mes de marzo se aplicaron varios aumentos correspondientes a cuotas paritarias. Se destacan los aumentos en los sindicatos de Gastronómicos (16,2%), Transporte (14,7%), Químicos (13,5%), Alimentación (12%), Comercio (10%), Seguridad (9,2%), Construcción (8,2%), Textiles (7,4%), Sanidad (6,7%), Madera (6%), Calzado (5,1%), Carne (5%), Metalúrgicos (5%) y Encargados de Edificio (2,3%)”, destaca el comunicado.

Por sector, el salario del sector Privado registrado creció 56,4% interanual, el del sector Público 63,8% interanual, y el del sector Privado no registrado 41,6% interanual. Es decir, el empleo informal tiene una brecha de casi 20 puntos porcentuales con el trabajador estatal, y es el segmento más golpeado por el impacto inflacionario, uno incluso mayo y donde los alimentos son el principal gasto (alimentos que crecen al 8% mensual en comercios de cercanía)

“Se evidencia una crisis de confianza, y una pérdida de credibilidad, potenciadas por las metas de inflación planteadas en el 2021 que no se cumplieron, y que se traducen en el malestar y enojo de los usuarios. En este contexto, responsabilizan al Estado Nacional, y sobre todo al presidente Alberto Fernandez por la situación actual de la inflación y también de la pobreza”, explica Esteban Neme, socio de Horus, Inteligencia Cognitiva.

“Al día de hoy el 79% de las acusaciones son críticas genéricas al modelo económico y deslegitimaciones al Presidente, aunque solo un 10% son críticas con fundamentos técnicos (emisión, planes sociales, FMI). Es decir, en este contexto, el aspecto principal es la crisis de confianza, donde predomina la mención del culpable sin necesidad de justificar concretamente el por qué”, agrega Neme.

El impacto del acuerdo con el FMI es apenas el 1% de lo que tiene que ver con la crisis económica, según el público alcanzado por el estudio, mientras que la falta de un plan económico representa el 79%. Apenas el 2% responsabiliza al “gasto social” y un 7% a la emisión monetaria para compensar el déficit. (Perfil por R.N.)