Un estudio realizado sobre ratones por un equipo de investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) en España ha desvelado una de las razones por la que se produce esa pérdida de neuronas productoras de dopamina. La clave está en la proteína denominada DJ1, cuya relación con el párkinson ya había sido demostrada, aunque hasta la fecha se desconocía su función exacta.
Precisamente, la investigación ha dado un paso más en este sentido y ha revelado uno de los mecanismos de acción de esta proteína. Para ello, el equipo de investigación ha realizado un estudio comparativo entre neuronas del cerebro de ratones que tienen este gen activo y neuronas que carecen de él, con el objetivo de "comparar las diferencias entre ambos patrones de proteínas y estudiar así los mecanismos que pueden estar alterados", explica Raquel Requejo, coautora del estudio y miembro del grupo BIO126 de la Universidad de Córdoba.
Según los resultados de la investigación, la ausencia o disfunción del gen que expresa la proteína DJ1 provoca que se active lo que se conoce como ciclo celular, el proceso mediante el cual las células se dividen o, en otras palabras, la maquinaria que usan las células para remplazar a otras que han muerto, tal y como ocurre, por ejemplo, en una herida que cicatriza.
Pero, ¿cuál es el verdadero problema de todo esto? Las neuronas no tienen capacidad para dividirse y, sin embargo, 'reciben instrucciones' para ello mediante la activación de un ciclo celular que en condiciones normales no debería producirse. Como resultado, cuando este gen está alterado, las neuronas se ven forzadas a una división que son incapaces de completar y terminan muriendo, provocando, así, muchos síntomas característicos de la enfermedad de Parkinson.
Esto es lo que se conoce en la literatura científica como "ciclo celular aberrante" y su relación "con esta enfermedad neurodegenerativa y la ausencia de la proteína DJ1 ha sido descrita por primera vez en este estudio", subraya la investigadora Raquel Requejo.
A día de hoy, la enfermedad del Parkinson no tiene cura como tal y los tratamientos actuales consisten en suministrar de modo externo la dopamina que dejan de producir de manera natural las neuronas que mueren, tal como explica la autora principal del estudio. El hallazgo hecho en el nuevo estudio podría ayudar en el futuro al desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos que no solo combatan los síntomas sino que eviten la causa que los provoca y que también está detrás de otras enfermedades neurodegenerativas: la muerte neuronal.
El estudio se titula “Deficiency of Parkinson's Related Protein DJ-1 Alters Cdk5 Signalling and Induces Neuronal Death by Aberrant Cell Cycle Re-entry”. Y se ha publicado en la revista académica Cellular and Molecular Neurobiology. (Fuente: UCO)