El neuroliderazgo es un concepto en el que se vinculan las neurociencias y las prácticas organizacionales. Su objetivo es el de mejorar la eficacia del liderazgo sobre la base de comprender a fondo cómo funciona el cerebro humano. Por lo tanto, aborda los cerebros de los líderes, pero también de los trabajadores e incluso de los consumidores.
Las actividades laborales adquieren un nuevo significado si se les mira desde las neurociencias. El neuroliderazgo se enfoca en encontrar nuevas perspectivas para aspectos tales como la toma de decisiones, la colaboración y el trabajo en equipo, la regulación de emociones, la resolución de problemas y los procesos de cambio.
Todas esas actividades se pueden abordar de manera diferente si se interpretan desde los conocimientos que aportan las neurociencias. Es importante dejar claro que intentar comprender el cerebro, en el marco del trabajo, no tiene nada que ver con intentar manipularlo. Lo que se busca es crear las condiciones para que todo funcione mejor.
La primera vez que se usó el concepto de neuroliderazgo fue en una publicación de la Universidad de Harvard, llamada Harvard Business Review en 2005. Un año más tarde las teorías y principios de esta nueva herramienta fueron recogidos por David Rock y Jeffrey Swartz en su artículo La neurociencia del liderazgo.
Con base en lo propuesto por esos autores, se puede señalar que los principios del neuroliderazgo son los siguientes:
Los primeros beneficiados con el neuroliderazgo son los propios líderes, ya que pueden adecuar su estilo de dirección a parámetros más eficaces. Esta perspectiva amplía su panorama y les permite comprender mejor las dificultades y los potenciales de las personas que guían.
Esta herramienta también permite mejorar el nivel de satisfacción entre los trabajadores. De este modo, se consigue mayor cohesión en los equipos y se reduce el conflicto. También se incrementa la motivación y el sentido de pertenencia.
De otro lado, el neuroliderazgo facilita los procesos de cambio y aprendizaje. Reduce la incertidumbre y el estrés que suelen estar presentes cuando alguien se enfrenta a una situación nueva. Con esta herramienta se consigue una adaptación más integral.
Hay muchas situaciones específicas en las que se pueden aplicar los principios del neuroliderazgo. Las siguientes son algunas de ellas:
El neuroliderazgo se basa en una comprensión más realista del ser humano, con base en conocimientos científicos. Se trata de una herramienta novedosa, pero que promete ocupar un lugar muy destacado en las organizaciones, en un futuro inmediato. <<<<(lamenteesmaravillosa)