La deuda global ha alcanzado un nivel récord de 226 billones de dólares, cifra que incluye tanto la deuda del sector público como la del sector privado no financiero, según un comunicado difundido este miércoles por el Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de su página web.
El texto, que recoge datos del último informe 'Fiscal Monitor' del FMI, indica que ese parámetro aumentó un 14 % en 2020 debido a las consecuencias económicas derivadas de la pandemia del covid-19. Asimismo, señala que es necesario vigilar de cerca la deuda privada, porque un exceso de la misma puede terminar provocando un aumento de la pública.

¿Qué nos espera?

La deuda pública global ahora se sitúa en 88 billones de dólares, un valor cercano al 100 % del Producto Interior Bruto (PIB) del planeta. Se prevé que en 2021 y 2022 disminuya alrededor de un 1 % cada año para, posteriormente, estabilizarse en torno al 97 % del PIB mundial.

Es este sentido, la organización financiera internacional sostiene que, a medida que la deuda aumente, los países tendrán que calibrar las políticas fiscales según sus propias circunstancias, incluido el ritmo de la inmunización y el vigor de la recuperación.

Desde el FMI recalcan el hecho de que las vacunas han salvado vidas y han contribuido a la recuperación económica de muchos países, si bien "persiste una gran incertidumbre" a causa de las nuevas variantes del virus. "La pandemia dejará una huella duradera en la desigualdad, la pobreza y las finanzas públicas", aseguran.

"Secuelas duraderas"

En este sentido, alertan de que los mercados emergentes y los países en desarrollo de bajos ingresos tienen ante sí un difícil panorama debido a que gran parte de su población aún no ha sido inoculada contra la nueva enfermedad.

"La crisis tendrá secuelas duraderas y deprimirá el ingreso fiscal en relación con las tendencias previas a la pandemia, sobre todo en los países en desarrollo de bajos ingresos", sostiene el organismo. Por esta razón, los gobiernos deberán continuar priorizando la salud y protegiendo a los más vulnerables.

El FMI estima que, a pesar de las mejoras económicas en comparación con el peor momento de la presente crisis sanitaria, la pandemia habrá sumido en la pobreza a entre 65 y 75 millones de personas para finales del 2021.  (RT)