¿Pueden realmente estos videojuegos mantener en buena forma a los jugadores? Una investigación ha buscado la respuesta.
El equipo internacional de Pooya Soltani, de la Universidad de Bath en el Reino Unido, examinó en los sujetos de estudio los efectos fisiológicos del uso de esos videojuegos. Los investigadores midieron los efectos cardiovasculares, incluyendo la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la eficiencia del consumo de oxígeno y la función endotelial (para mantener la fluidez de la sangre), y también registraron los niveles de disfrute, de voluntarios con diabetes tipo 1 después de jugar con videojuegos de actividad física o de correr despacio sobre una cinta móvil.
Hicieron las mediciones inmediatamente después, 30 minutos después y 24 horas después de la actividad, que se realizó dos veces por semana durante tres semanas.
Los resultados de la investigación indican que en los sujetos de estudio jugar con videojuegos que requieren actividad física tenía efectos fisiológicos muy similares a los de correr despacio, y los niveles de glucosa en sangre descendían a niveles seguros tras ambos tipos de ejercicio físico.
La principal diferencia que encontraron los investigadores fue que los sujetos de estudio encontraron a los videojuegos mucho más motivadores y apasionantes que el ejercicio tradicional, más aburrido.
La conclusión es que los videojuegos que requieren actividad física, gracias en parte a su capacidad de motivación, pueden ser un modo eficaz de mantenerse en buena forma física cuando el objetivo es meramente de salud, no de carácter deportivo.
El estudio se titula “Cardiovascular and Enjoyment Comparisons after Active Videogame and Running in Type-1 Diabetics: A Randomized Crossover Trial”. Y se ha publicado en la revista académica Games for Health Journal. (Fuente: NCYT de Amazings)