El estudio lo ha realizado el equipo de Agnes af Geijerstam, de la Academia Sahlgrenska (la facultad de ciencias de la salud de la Universidad de Gotemburgo), en Suecia.
Buena parte de la información analizada en el estudio proviene del registro sueco de reclutamiento para el servicio militar obligatorio de muchachos entre 1969 y 2005. Casi todos estos jóvenes se sometieron a una prueba de bicicleta y a una prueba de fuerza.
De los chicos suecos que antes de cumplir los veinte años obtuvieron buenos resultados en las pruebas de aptitud física para el reclutamiento militar, una proporción relativamente alta pudo evitar la atención hospitalaria cuando se infectaron con COVID-19 durante la pandemia hasta 50 años después.
Los resultados muestran que, a nivel poblacional, los muchachos que antes de cumplir los veinte años de edad tenían más fuerza física y se cansaban menos pedaleando en bicicleta estática o realizando ejercicios físicos comparables, estaban mejor protegidos ante una COVID-19 grave entre 15 y 50 años después de ese examen médico para el reclutamiento. El efecto se notaba incluso si en la madurez se habían vuelto obesos.
El estudio se titula “Fitness, strength and severity of COVID-19: a prospective register study of 1 559 187 Swedish conscripts”. Y se ha publicado en la revista académica BMJ Open. (Fuente: NCYT de Amazings)