Al concluir tres días de lo que Biden llamó “una reunión extraordinariamente colaborativa y productiva” en la cumbre del Grupo de los Siete, el mandatario dijo que había un “entusiasmo genuino” por su participación.
“Estados Unidos ha vuelto a liderar el mundo junto a naciones que comparten nuestros valores más arraigados”, dijo Biden en una conferencia de prensa antes de salir de Cornualles para visitar a la reina Isabel II en el Castillo de Windsor.
“Creo que hemos progresado en el restablecimiento de la credibilidad estadounidense entre nuestros amigos más cercanos”.
El presidente, que se encuentra en un viaje de ocho días por tres países, anunció en la cumbre del G7 un compromiso de compartir 500 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19 con el mundo y presionar a los aliados para que hagan lo mismo. Los líderes confirmaron el domingo su intención de donar más de mil millones de dosis a países de bajos ingresos en el próximo año.
“Este será un proyecto constante durante mucho tiempo”, dijo Biden sobre la campaña mundial de vacunación, y agregó que esperaba que el mundo pudiera acabar con la pandemia en 2022 o 2023.
“No es solo lo correcto” de un punto de vista moral, dijo Biden, pero también lo correcto “en términos de nuestra propia salud”.
También dijo que Estados Unidos podría donar mil millones de dosis adicionales de vacunas al mundo en los próximos años.
Encuentro Biden-Erdogan llega en momentos de tensión
El presidente Joe Biden y su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan se conocen desde hace años, pero su reunión de este lunes será la primera como jefes de estado. Y llega en un momento particularmente tenso para las relaciones entre ambos países.
La lista de desacuerdos es inusualmente larga para los dos aliados de la OTAN: Estados Unidos apoya a los combatientes kurdos en Siria y Turquía comprará un sistema de armas ruso. Y en abril, Biden enfureció a Ankara al declarar que la matanza y deportación de armenios en la era otomana era un “genocidio”.
Sin embargo, Erdogan no respondió de inmediato a Washington. La respuesta silenciosa sugiere que él quiere una buena relación con Biden, dijo Rachel Ellehuus, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, en Washington.
“Sobre todo porque él necesita esa relación económica con Estados Unidos y la apariencia de una relación de cooperación para retener su base”, dijo Ellehuus.
Erdogan, en el poder durante 18 años como primer ministro y luego presidente, participaría en la cumbre de la OTAN en Bruselas, donde el lunes tendrá reuniones por separado con Biden, el presidente francés Emmanuel Macron, la canciller alemana Angela Merkel, el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis y el primer ministro británico Boris Johnson se alinearon durante la cumbre del lunes.
Quien al parecer no está en la lista de Erdogan es el primer ministro italiano Mario Draghi, quien llamó “dictador” al presidente turco a principios de este año, provocando una disputa diplomática.
Draghi se rió nerviosamente el domingo cuando se le preguntó acerca de ver a Erdogan por primera vez desde entonces, pero insistió en el “muy importante” papel de Turquía en la OTAN.
Erdogan ha reducido su retórica antioccidental mientras su gobierno lidia con una recesión económica agravada por la pandemia de coronavirus. (Los Ángeles Times)