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Temerosa de que se determinaran bloqueos en sus cuentas bancarias debido a variadas demandas presentadas por acreedores, Samarco presentó su petición el pasado viernes (9). La mayoría de sus pasivos se compone de cobros de miembros de fondos extranjeros que poseen títulos de deuda (tenedores de bonos o “bondholders”).
Samarco es una joint-venture de Vale y BHP Billiton. Según una nota difundida por la empresa minera, la reorganización judicial no afectará las medidas de reparación de daños, que están en marcha desde hace más de cinco años.
La tragedia causó 19 muertes, destruyó comunidades enteras y causó impactos en decenas de municipios ubicados en la cuenca del Río Doce, hacia donde fluyeron los desechos de minería. Para administrar las acciones de reparación, un convenio entre las tres empresas mineras, el gobierno federal y los gobiernos de los estados de Minas Gerais y Espírito Santo llevó a la creación de la Fundación Renova, que gestiona más de 40 programas. Todas las iniciativas se financian con recursos de Samarco, Vale y BHP Billiton.
“Las operaciones de Samarco, empresa con más de 40 años de historia, generan empleos, estimulan la economía local y traen beneficios a la comunidad, además de la continuidad de las acciones de reparación y compensación de daños. Cabe destacar que la reorganización judicial no tendrá impacto en las actividades operativas, tampoco en las acciones de reparación y compensación que lleva a cabo la Fundación Renova”, dice una nota difundida por la compañía.
A su vez, la entidad Cáritas, que brinda asistencia técnica a los afectados por la tragedia de Mariana, afirmó, en una nota, que "la solicitud de recuperación judicial genera una serie de incertidumbres para el ya lento proceso de reparación”. También lamenta que, más de cinco años después de la tragedia, las víctimas sigan viviendo en inmuebles provisionales, debido a retrasos en las obras de reconstrucción en los distritos de Bento Rodrigues y Paracatu.
La decisión de buscar una reorganización judicial se produjo pocos meses después de que Samarco reiniciara sus actividades, antes paralizadas desde la tragedia. Para obtener las licencias ambientales necesarias para la reanudación, la compañía tuvo que realizar varias inversiones. En diciembre, entró en operación una de sus tres concentradoras de mineral, lo que le permite alcanzar el 26% de su capacidad de producción. La previsión es que la segunda concentradora comience a operar en seis años; la tercera, en nueve años. (Agencia Brasil)