Un hombre ha sido asesinado este lunes, en la puerta de un geriátrico del distrito XVI, el más burgués de París, en la calle Miguel Ángel. Una mujer que trabaja en el servicio de seguridad del hospital «Henry Dunant», donde había mucha cola de hombres y mujeres de cierta edad, esperando vacunarse, también fue herida de gravedad. El asesinato se produjo poco después de las 14 horas. Rocco Contento, secretario departamental del sindicato policial FO, narra así lo sucedido: «El agresor llegó a pie a la puerta del hospital. Comenzó una disputa muy violenta con otro hombre. Se conocían. Una policía del servicio de seguridad del hospital intentó interponerse. Varios hombres que esperaban poder vacunarse también intentaron separar a los dos enemigos. En vano. El asesino sacó una pistola y pegó cuatro tiros a su adversario. El asesino siguió disparando y una bala quizá perdida alcanzó a la policía que había intentado evitar el altercado. El asesino ayudó a ponerse en pie a varias personas de cierta edad que se habían caído por el suelo, muertas de miedo, ante la violencia fría del asesinato. Luego se marchó caminando, sin prisa, y desapareció, en una moto». Todas las fuentes policiales estiman que el asesinato pudo ser un ajuste de cuentas entre mafiosos y delincuentes comunes que operan en la periferia oeste. La fiscalía del Tribunal de París ordenó la apertura de una investigación por delitos y tentativa de asesinato. Tras el asesinato, una calma tensa se impuso con cierta celeridad en los alrededores del hospital, continuándose el lento ritmo de la vacunación. Todos los sindicatos de policía insisten siempre en el mismo fenómeno de fondo: «La violencia suburbana es una realidad trágica, desde hace tiempo. Se ha agravado. Esa violencia, ensangrentada, con frecuencia, comenzó a propagarse por los distritos del norte de París, hace un par de años. La matanza en un barrio bien, como el distrito XVI, subraya una evidencia: la agresividad criminal comienza a crecer en la capital». (Reuters)