Esta investigación se produce a raíz de un reportaje televisivo emitido el viernes por el canal M6. En el video grabado en secreto se mostraban imágenes de cámara oculta de dos restaurantes de lujo llenos de comensales sin mascarilla. En el video secreto, una periodista encubierta entra en un restaurante privado con las persianas cerradas y es recibida por un camarero con guantes blancos. Le preguntan quién la ha invitado y le dicen: «Una vez que atraviesas la puerta, no hay más covid-19». Se oye al mesero explicar que el menú de la cena en París comienza en € 160 (US$ 190) por persona. Por € 490 euros (US$ 580) los comensales pueden beber champán mientras se dan un festín de foie gras con trufa y langostinos en salsa de jengibre. «Estamos investigando la posibilidad de presentar cargos por poner en peligro y por trabajo no declarado», dijo el lunes a CNN un portavoz de la fiscalía de París. «Verificaremos si las reuniones que se organizaron violan las normas sanitarias y determinaremos quiénes fueron los posibles organizadores y participantes». Los restaurantes de Francia llevan cerrados desde finales del año pasado, mientras el país lucha contra una tercera ola de infecciones por coronavirus. La semana pasada entró en vigor un nuevo «cierre limitado», ante la advertencia del presidente Emmanuel Macron de que el país corre el riesgo de «perder el control» de la pandemia. Clausuran fiesta en vagones del metro de Río de Janeiro 1:07 El video también muestra otra cena celebrada en un entorno lujoso con grandes tapices y cuadros dorados. Se ve a los invitados dándose «la bise», besándose mejilla con mejilla. Suscríbete El organizador parece afirmar: «Esta semana he cenado en dos o tres restaurantes, llamados clandestinos, con un cierto número de ministros». Debido a su reconocible decoración, el restaurante fue identificado posteriormente como Palais Vivienne, propiedad de Pierre-Jean Chalençon. El abogado de Chalençon emitió un comunicado el domingo en el que reconocía que la voz distorsionada en el video pertenecía a su cliente, pero que estaba bromeando cuando dijo que los ministros del gobierno habían asistido a las cenas. El escándalo ha provocado la ira de muchos en Internet, con el hashtag #OnVeutLesNoms (Queremos los nombres) que fue tendencia en Twitter este lunes. El portavoz del Gobierno, Gabriel Attal, declaró el domingo al canal de noticias LCI que las autoridades llevan meses investigando las denuncias de fiestas ilegales y que hasta ahora se han identificado 200 sospechosos. «Se enfrentarán a un fuerte castigo», añadió Attal. (CNN)