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Pero la parte más idónea del cerebro a la que dirigir dicha estimulación ha resultado ser una cuestión que encierra una sorpresa.
El equipo de Colleen Hanlon, profesora del departamento de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Universidad Médica de Carolina del Sur en Estados Unidos, evaluó dos estrategias diferentes para aliviar el dolor con estimulación magnética transcraneal: aplicarla a la corteza motora o aplicarla a la corteza prefrontal dorsolateral.
Hanlon esperaba validar su hipótesis de que la corteza prefrontal dorsolateral es la región cerebral idónea para alcanzar la máxima eficacia con el tratamiento mediante estimulación magnética transcraneal, pero los resultados no muestran eso sino algo inesperado.
Históricamente, los tratamientos basados en estimulación magnética transcraneal se han dirigido a la corteza prefrontal dorsolateral. Además de ser un blanco de actuación aprobado por la Administración estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA) para el tratamiento de la depresión, diversos datos muestran que la corteza prefrontal dorsolateral es importante en la regulación de las emociones, así como en la adicción a sustancias como el tabaco, la cocaína y el alcohol. Aunque la corteza motora ha sido un objetivo popular en los estudios sobre el alivio del dolor mediante estimulación magnética transcraneal, no había datos que sugirieran que también podría ser útil en los consumidores de opiáceos. El nuevo estudio muestra su éxito como blanco de actuación.
La cabeza de cada participante en el estudio se cartografió con coordenadas para apuntar a zonas específicas del cerebro mediante un gorro de natación marcado con un rotulador permanente. Las circunferencias de la cabeza difieren entre los individuos y, por tanto, también la ubicación de la corteza motora y la corteza prefrontal dorsolateral. La corteza motora está situada cerca de la mitad del cráneo, y la corteza prefrontal dorsolateral está más cerca de la parte delantera. Una vez determinadas estas ubicaciones, la estimulación magnética transcraneal se aplica mediante una bobina electromagnética colocada en la cabeza y se envían pulsos magnéticos de forma indolora y no invasiva a través del cráneo para estimular las células nerviosas de la región cerebral deseada.
Tras dos semanas de administración de sesiones diarias de estimulación magnética transcraneal y de evaluaciones diarias del dolor y de la necesidad de consumir opiáceos, el equipo de Hanlon constató una diferencia significativa de efectos entre la aplicación a una región cerebral y la aplicación a la otra. Para reducir la necesidad de consumir opiáceos y la percepción del dolor de los participantes en el estudio, aplicar estimulación magnética transcraneal en la corteza motora fue significativamente más eficaz que hacerlo en la otra región cerebral, tanto inmediatamente después del tratamiento como durante las evaluaciones de seguimiento. La estimulación magnética directa en la corteza motora produjo una reducción del dolor de entre el 64 y el 70 por ciento.
Se seguirá trabajando en esta línea de investigación, a fin de obtener más datos y, si todo va bien, se podrá poner a punto una nueva terapia basada en la técnica probada. (Fuente: NCYT de Amazings)