Ampliar
El Rey ha estado acompañado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero a la cita no ha acudido ningún miembro de la Generalitat de Cataluña, escenificando un nuevo desplante al monarca y al presidente de Seat, Wayne Griffiths, que también ha estado presente en la cita.
La visita de Don Felipe coincide además con el ambiente de crispación que se vive en Cataluña desde que hace tres semanas encarcelaron al rapero Pablo Hasel. Desde entonces, radicales han protagonizado disturbios, altercados y actos de vandalismo urbano todos los fines de semana.
Además, los políticos catalanes se encuentran en proceso de negociación de la formación del próximo gobierno tras las elecciones que ganó el socialista Salvador Illa, pero en las que los grupos independentistas sumaron mayoría.
Con este ambiente, Don Felipe ha llegado a las 11 de la mañana a la fábrica de Seat entre fuertes medidas de seguridad. No obstante, aunque había una manifestación convocada en las inmediaciones de la fábrica, la Asamblea Nacional Catalana (ANC) apenas ha conseguido reunir a una veintena de manifestantes que no han logrado boicotear la entrada del monarca en la planta, informa Germán González.
"QUE EL COCHE DEL FUTURO SE FABRIQUE AQUÍ"
La visita del Rey a la planta de fabricación de baterías de coches eléctricos coincide con el momento en que el Gobierno quiere pedir a Europa un plan de ayudas para facilitar el cambio al coche eléctrico. Después de recorrer la planta, Don Felipe ha reforzado el compromiso de España con Seat y con la innovación.
"Ningún otro sector refleja con más claridad la profundidad de las transformaciones que nos ha correspondido vivir en este momento histórico. Y todos los presentes en este acto compartimos la misma meta: que el coche del futuro, el de dentro de 20 años, también esté fabricado aquí, en Martorell, y en otros puntos de España", ha deseado el Rey, para después glosar algunos avances de la fábrica.
"Hablamos de una compañía emblemática para nuestro país. La única que diseña, desarrolla, produce y comercializa vehículos en España, a través de las marcas Seat y Cupra. Una empresa que hunde sus raíces en la historia de nuestra industria, pero que mira decididamente al futuro, siendo nuestro primer inversor industrial en I + D".
Don Felipe ha insistido en que España debe posicionarse en un punto alto en el liderazgo de este sector, y ha mostrado su apoyo para que esto suceda. "España y todas sus instituciones vamos a estar ahí. Tenemos condiciones únicas para liderar la transición hacia la fabricación de vehículos limpios, y no únicamente con el ensamblaje de los mismos, sino con la producción de todos los componentes de la cadena de valor", ha dicho para después añadir: "Nuestro apoyo es y será absoluto".
El Rey ha querido, por último, destacar los 40 años de unión entre el grupo Volkswagen y España y resaltar que el país está preparado para asumir la fabricación de coches eléctricos que demanda Europa, que quiere alcanzar la neutralidad climática en 2050.
"Nadie puede negar el éxito de este vínculo, que ahora se dispone a inaugurar un nuevo y apasionante capítulo. Sé que estamos preparados. Soy consciente, además, de que esta alianza de empresas e instituciones por la transición ecológica y por el desarrollo sostenible cuenta con el apoyo indudable de la sociedad española. Somos un país que sabe aunar como ningún otro la pasión por el cambio con el respeto a una calidad de vida universalmente reconocida". (EFE)