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Parte al Senado, donde mañana se vota la confianza al gobierno de Drahi y donde el disenso en los M5S es más fuerte.
La operación quiere sentar las bases para una alianza más estructurada y para muchos representa un desafío también para la Liga y el FI, que se sientan en la misma mesa en el CDM, y que en respuesta en las mismas horas reúnen sus cumbres.
Salvini reivindica la unidad con los azules y con Fratelli d'Italia y continúa mostrando un doble registro. Mientras organiza encuentros con todos los líderes, a partir de Nicola Zingaretti, y se muestra colaborativo, consigue atacar al euro: "Solo la muerte es irreversible", dice el Capitán a que le pregunta si archivó las posiciones contra la moneda única ahora que está en el gobierno con el expresidente del BCE.
Nicola Zingaretti responde afirmando que la importancia de una política monetaria unitaria debería ser cosa "superflua" de recordar.
El secretario DEM promete dar curso a las peticiones del nuevo presidente del Consejo y de no querer reclutar "guerrillas cotidianas". Aunque si la distancia con la Liga permanece, no se cansa de repetir. Quiere observar los contenidos, observa, y por esto -agrega- puede ser útil una alianza parlamentaria como aquella con 5S y LeU.
Los tres grupos reivindican la experiencia del gobierno de Conte II y se preparan para coordinar la actividad parlamentaria para comenzar: DEM, 5S y LeU se reunirán antes de cada conferencia de los jefes de grupo para hallar un entendimiento sobre el calendario de trabajos y buscar una síntesis al momento de la presentación de las enmiendas de medidas en medida.
"Una óptima noticia", comenta el ministro de Salud y exponente LeU, Roberto Speranza.
En estudio además un documento programático: podría ser un texto bastante breve de un par de páginas en la cual reiterar las prioridades para combatir la emergencia sanitaria, económica y social y para concretar la transición ecológica y la innovación digital.
Aplaude Conte que habla de una iniciativa "justa y oportuna" para relanzar "la experiencia positiva del gobierno que apenas concluyó". Pero la mirada más que dirigirse al pasado debe proyectarse hacia adelante y -explica quien trabajó en la operación- apunta a delinear un perímetro identitario para una futura alianza.
Fuera las derechas y fuera también Italia Viva. El partido de Matteo Renzi no parece intimidado, al contrario: se trata de una elección que "abre un prado para quien quiere construir la casa de los reformistas. Italia Viva existe y existirá. Para el reformismo, contra el populismo", advierte Ettore Rosato.
También dentro el PD existe quien no aprecia la jugada. La minoría, que empuja por el congreso del partido, pone en guardia de aquellas que les aparecen como "huidas hacia adelante". No es el momento, escriben en una nota Vincenzo D'Arienzo, Tommaso Nannicini y Francesco Verducci, de hacer "forzamientos", lo que sirve es "una discusión verdadera de como el PD puede desarrollar su función, y definir su identidad".
Tranchant Matteo Orfini: "inter grupos que observan el pasado tienen, en verdad, poco sentido", tuitea. Advierte el riesgo de aumentar las dificultades para el neo premier el diputado DEM y constitucionalista Stefano Ceccanti: el debate sobre la confianza servirá al "PD para marcar su propia particular sintonía con el presidente del Consejo. Cualquier ulterior exigencia viene obviamente luego esta orientación política".
La centro derecha sorprendida por la iniciativa reivindica de haber dado vida a una coordinación: la hipótesis de crear una dirección estructurada entre la Liga y el FI, dejando fuera al FDI, complicaría la construcción del puzzle de las alianzas en las administrativas, se detecta en los dos partidos. (ANSA).