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"El 2020 cerró con unos 78 millones menos de arribos y menos de 240 millones de presencias turísticas en Italia, a lo que debe sumarse la pérdida de alrededor de 36 millones de italianos que no fueron al exterior", expresó, con amargura, Luca Patané, presidente de la Confederación de Turismo y Comercio de Italia.
Agregó que "las agujas del reloj del turismo retrocedieron 30 años".
Además, se quejó de que "no solo en la ley de balance 2021 hay muy poco para el turismo, sino que hasta el momento no vimos ni siquiera un proyecto verdadero para el sector en la planificación para acceder al Fondo de Recuperación", la inyección extra de presupuesto que la Unión Europea (UE) destinó para paliar los efectos del covid-19.
De cara al futuro, muy pocos italianos tienen proyectos para vacacionar hasta el momento.
Pero el índice calculado por la confederación, tras el récord negativo de noviembre y las caídas de los meses pasados, recupera 9 puntos y se ubica en 48 (en una escala de 0 a 100).
Se trata, sin embargo, de un promedio entre dos escenarios bien diferentes: el primero es de corta duración, a fines de febrero, en el que 1 entrevistado de 4 prevé concederse una pausa de 3 días como máximo en Italia.
Entre ellos, el 72% todavía no eligió el destino ni hizo reservas de pasajes u hoteles y la mayoría se dirige a casas de su propiedad o a las de algún amigo.
"En síntesis: no se trata de turismo", releva la CTC.
El segundo escenario es el de las previsiones a largo plazo: uno de cada dos italianos parecen apuntar a unas vacaciones de entre 3 y 7 días, entre junio y julio, en el 28% de los caos, y de más de 7 días entre julio y septiembre.
Esto, por supuesto, siempre que la pandemia esté realmente bajo control.
En total, son cada vez más las localidades de mar las que atraen visitantes, especialmente para unas vacaciones de mayor duración, mientras que las más breves apuntan a las ciudades del arte -especialmente de Toscana, Lazio y Emilia Romania- elegidas por el 17% de los entrevistados, que vuelven a competir con los paisajes de montaña: un destello de positividad para el tipo de destino más afectado por la pandemia.
Sin embargo, la situación sigue siendo realmente muy complicada para muchos de los operadores turísticos.
Lo demuestran incluso los viajes al exterior, donde el panorama se restringe y se congela todavía más. Si bien son sopesados, a partir de la primavera (boreal), 1 italiano cada 4 piensa en un destino de Europa, donde Grecia se confirma como el más atractivo.
El regreso a la mente de los italianos de destinos de medio o largo alcance, como el Mar Rojo, Estados Unidos y toda la zona del Caribe, comenzando por Cuba y Santo Domingo, concierne solo a 6 de cada 100 encuestados. (ANSA).