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"Nuestra emergencia económica no ha hecho más que empezar", advirtió el secretario del Tesoro británico Rishi Sunak, en el momento de anunciar la mayor contracción económica en tres siglos en el Reino Unido. El PIB británico caerá este año un 11,3% por el impacto del Coronavirus y no recuperará el terreno perdido al menos hasta el último trimestre del 2022. El hundimiento de la economía es mayor al experimentado hace un siglo, cuando cayó casi el 10% tras la pandemia de gripe y la Primera Guerra Mundial.
El paro, mantenido en el 4,8% gracias a las mayores ayudas estatales, crecerá previsiblemente hasta el 7,5% el próximo año, a unos niveles que no se veían desde los años ochenta. Sunak anunció el destino de un programa especial de 4.800 millones de euros de apoyo al mantenimiento y a la creación de empleo durante el largo invierno.
El déficit alcanzará también proporciones históricas en tiempos de paz: el equivalente a 441.000 millones de euros, o el 19% del PIB británico. La Oficina de Responsabilidad del Presupuesto ha advertido que el bache entre el gasto público y los ingresos es insostenible, y el propio Sunak ha admitido que el próximo presupuesto incluirá una subida de impuestos.
La crisis del Coronavirus ha golpeado además en plena cuenta atrás del período de transición del Brexit, que culmina el 31 de dicembre de este año, y que puede tener también un grave impacto en la economía británica, y más aún ante la posibilidad de una ruptura final con la UE sin un acuerdo comercial.
Un informe interno el Ministerio del Gabinete ha alertado sobre el alto riesgo de "una crisis económica sistémica" en las islas británicas por el doble efecto del Covid y del Brexit. "En el invierno del 2020 podemos sufrir una combinación de inundaciones, pandemia y despidos, con el telón de fondo del fin del período de transición del Brexit", advierte el informe fechado en septiembre, que hace un repaso a las veinte áreas que resultarían más afectadas en el caso de un peor escenario posible, de la salud a la alimentación, pasando por el transporte.
El informe advierte que las reservas de alimentos y medicinas a finales del 2019 se han visto severamente disminuidas por la pandemia. El acceso a productos frescos se puede ver disminuido y el efecto puede ser una aumento de precios y una "inseguridad alimentaria" en los sectores más desfavorecidas de la sociedad británica. El estudio interno previene también sobre la "capacidad limitada del sector sanitario y de la asistencia social" causada por la pandemia, y recalca que los servicios esenciales podrían verse alterados al menos hasta el mes de abril, en el caso de un "no deal".
El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ha alertado incluso que un Brexit sin acuerdo comercial con la UE podría tener un mayor impacto a largo plazo que la crisis del Coronavirus. Durante una comparecencia en el comité parlamentario del Tesoro, Bailey advirtió que un "no deal" causaría una gran disrupción en el comercio y dificultaría la recuperación económica post-Covid.
Un estudio de la London School of Economics advirtió recientemente que un Brexit sin acuerdo comercial podría taducirse en una caída del PIB británico del orden del 8% a lo largo de una década, aunque su efecto a corto plazo no sea comparable con el parón económico causado por la pandemia y los confinamientos. Tirando de la historia, la única caída superior a la experimentada este año se produjo en 1709, durante la gran helada que congeló las economías europeas y provocó una carestía general de alimentos.
En su comparecencia en el Parlamento, Rishi Sunak vaticinó una recuperación del PIB del 5,5% el próximo año y del 6,6% en el 2022, con una vuelta a la situación pre-pandemia a finales de ese año, aunque con un paro previsiblemente más alto (comparable al que existía en el Reino Unido a principios de los ochenta).
En la presentación del mini-presupuesto, el secretario del Tesoro puso especial énfasis en las medidas de apoyo al empleo, con la puesta en marcha del programa "Restart", orientado tanto a la población joven con puestos de trabajo precarios como a los trabajadores mayores de 50 años afectados por las regulaciones de empleo. Sunak anunció entre tanto el aumento del salario mínimo a 8,9 libras por horas (9,9 euros) y la congelación de los salarios de los funcionarios (a excepción del sector sanitario).
El punto más criticado de su intervención fue el recorte de la ayuda a la cooperación de internacional, del simbólico 0,7% al 0,5% del presupuesto, entre otras razones para poder financiar el aumento de los gastos de defensa, con el destino de unos 28.600 millones de euro en los próximos cuatro años para modernizar el ejército británico.
Sunak pasó por alto el previsible efecto que podría tener la falta de un acuerdo comerial con la UE, aunque recientemente delcaró que la economía británica "prosperará en cualquiera de las situaciones". El Gobierno de Boris Johnson sigue jugando la baza del "no deal" ante Bruselas, aun a sabiendas de la situación de debilidad en la que se encuentra.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, advirtió que entramo en "los días decisivos" para el acuerdo comercial entre Londres y Bruselas y aseguró que se había producido "un avance sustancial" en capítulos como la cooperación judicial y la coordinación de segurida. Von der Leyen prometio que la UE será "creativa" a la hora de buscar un punto de encuentro para los dos grandes obstáculos: los acuerdos de pesca y el "mismo nivel de juego" en la protección de derechos laborales, de medio ambiente y de transparencia fiscal. (Reuters)