En el orden del día figuran las compras y la distribución mundial de vacunas, medicamentos y pruebas para los países de bajos ingresos que no pueden permitirse esos gastos por sí mismos. La Unión Europea instará el sábado al G20 a invertir 4.500 millones de dólares en ayuda. “El tema principal será intensificar la cooperación mundial para hacer frente a la pandemia”, dijo un alto representante del G20 que participa en los preparativos de esta cumbre de dos días de duración, presidida por Arabia Saudí y celebrada de forma virtual a causa de la pandemia. En su discurso inaugural ante los líderes del G-20, el rey Salman bin Abdulaziz, de 84 años de edad, destacó la necesidad de un acceso equitativo a los instrumentos de lucha contra COVID-19, incluidas las vacunas. “Debemos trabajar para crear las condiciones necesarias para que todos los pueblos tengan un acceso asequible y equitativo a esos instrumentos. Al mismo tiempo, debemos prepararnos mejor para cualquier pandemia futura”, dijo al grupo a través de un enlace de vídeo. Para prepararse para el futuro, la UE propondrá un tratado sobre pandemias. “Un tratado internacional nos ayudaría a responder más rápidamente y de manera más coordinada”, dirá el domingo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ante el resto de mandatarios. Mientras que la economía mundial trata de recuperarse del profundo bache que deja esta crisis, el impulso se está ralentizando en los países donde han vuelto a crecer las tasas de infección, la recuperación se está dando de forma desigual y es probable que la pandemia deje profundas cicatrices, dijo el Fondo Monetario Internacional en un informe para la cumbre del G20. Especialmente vulnerables son los países en vías de desarrollo pobres y altamente endeudados, los cuales se encuentran “en el precipicio de la ruina financiera y ante una escalada de pobreza, hambre y sufrimiento sin precedentes”, dijo el viernes el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. Para abordar este asunto, el G20 aprobará un plan para extender la moratoria de revisión de la deuda de los países en desarrollo durante seis meses hasta mediados de 2021, con la posibilidad de una nueva extensión, según un borrador del comunicado del G20 visto por Reuters. No obstante, es probable que los miembros europeos del G20 presionen para obtener más. “Se necesita más alivio de la deuda”, dijo el viernes Michel a los periodistas. Las naciones europeas en el G20 también buscarán un nuevo impulso a la estancada reforma de la Organización Mundial del Comercio (OMC), con la esperanza de capitalizar el próximo cambio de administración de los Estados Unidos. “También debemos seguir apoyando la economía mundial y reabrir nuestras economías y fronteras para facilitar la movilidad del comercio y de las personas”, dijo el rey Salman. A primera hora del sábado, el ministro de Inversiones de Arabia Saudí, Khalid al-Falih, dijo que la crisis de este año había puesto de relieve la importancia de las organizaciones multilaterales. “El G20, su esencia, se está activando el multilateralismo, y esto había pasado a un segundo plano en los últimos años”, dijo Falih. El cambio de liderazgo de los Estados Unidos también aumenta las esperanzas de un esfuerzo más coordinado a nivel del G20 para luchar contra el cambio climático. Siguiendo el ejemplo de la Unión Europea, la mitad de los miembros del G20, incluidos Japón, China, Corea del Sur y Sudáfrica, planean convertirse neutros climáticamente -o al menos en carbono- para 2050 o poco después. Bajo la presidencia de Donald Trump, Estados Unidos se retiró del Acuerdo de París sobre la lucha contra el cambio climático, pero es probable que el presidente electo, Joe Biden, revoque la decisión. “Esperamos, por supuesto, un nuevo impulso de la nueva administración de los Estados Unidos en esta cuestión, gracias a la declaración del presidente electo de que los Estados Unidos se sumarán una vez más al Acuerdo de París”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Para ayudar a financiar la lucha contra el cambio climático, la UE presionará para que el G20 acuerde normas globales comunes sobre lo que constituye una inversión “verde”. Esto ayudaría a atraer la masiva inversión privada necesaria de la que muchos fondos de inversión están dispuestos a invertir en proyectos ambientalmente sostenibles, pero no hay una forma acordada de seleccionarlos. La Unión Europea ya está trabajando en esas normas para que estén en vigor en 2022. (REUTERS)