Al término de la intervención portavoz educativa de PSOE, Luz Martínez Seijo, los diputados de Vox y PP han protestado a gritos de libertad, con golpes en los escaños, mientras que la bancada de la izquierda ha respondido con aplausos a la diputada socialista y su agradecimiento a los grupos que harán posible que la norma educativa salga adelanta. Los gritos y aplausos se han unido al finalizar el turno de palabra de todos los portavoces de Educación de la Cámara, justo en el momento en que Martínez Seijo finalizaba su intervención en la que defendió la ley Celaá, la octava ley educativa en democracia, de las críticas lanzadas antes por parte de los partidos de centro y derecha. La portavoz educativa ha acusado a PP, Vox y Ciudadanos de difundir mentiras sobre la ley, como que va a acabar con la libertad de los padres de elegir centro educativo o, sobre la polémica lingüística, que no va a poderse estudiar en castellano allí donde se imparte una lengua cooficial. Seijo también criticó el uso que estaban haciendo los centros concertados al “manipular” y “utilizar” a los menores de edad en los patios para ponerles en contra de la nueva ley, una forma de actuar auspiciada por el rechazo a la ley de las formaciones de la bancada de la derecha, ha acusado. La diputada ha reclamado que “ya está bien de utilizar la palabra libertad solo para los que tienen recursos y obvian a los que no los tienen y no tienen libertad para decidir”, en referencia a las apelaciones del PP, y ha recriminado el “adocrinamiento” que suponen acciones como las de algunas escuelas concertadas. Sus acusaciones provocaron las protestas de los diputados de PP y Vox, pero el culmen llegó cuando la diputada quiso poner fin a su intervención agradeciendo a ERC, PNV y Más País su actitud en la negociación de la norma. Dirigiéndose por su nombre a los responsables de educación de cada grupo, Seijo ensalzó el hecho de que ellos “creen en la educación española y en su avance”, palabras que acabaron por exaltar los ánimos de los diputados del PP que comenzaron a gesticular y ha expresar de viva voz su desacuerdo. Esos signos de desaprobación se tornaron en gritos de libertad a golpe de escaño, que fueron respondidos por la otra bancada con aplausos a la diputada socialista. “Con la educación se progresa, finalizó Seijo. Con prácticamente todos los parlamentarios presentes en pie, la ministra de Educación, Isabel Celaá, no dudó en sumarse a los aplausos a su compañera de partido. Por su parte, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, se limitó a dejar que el episodio cesara. Aunque se prolongó por tres minutos, no quiso intervenir para acortarlo en ningún momento y dejó que el jaleo se ahogara por sí solo. Cuando acabaron las expresiones de los diputados, Batet retomó el pleno sin apelaciones al orden. Al término del debate, la ministra Celaá se ha mostrado “muy feliz” por el hecho de que se vaya a derogar por fin la ley Wert. “Estamos muy felices porque en junio nos emplazamos a derogar la Lomce” ha dicho, y aunque ha admitido que le habría gustado contar con más apoyo, ha lamentado que “PP, Cs y Vox se han excluido”. Las diferencias abismales entre ambos espectros ideológicos evidenciadas en el interior del Congreso se trasladó a las cercanías del edificio parlamentario, donde el PP dispone de una carpa donde recoge firmas contra la norma. El presidente del partido, Pablo Casado, ha firmado en esa carpa situada en la plaza de las Cortes una vez concluido el debate sobre el dictamen de este proyecto. Acompañado de la portavoz popular, Cuca Gamarra; de la vicepresidenta segunda del Congreso y vicesecretaria de Política Social, Ana Pastor, y de la senadora por Madrid Ana Camins, los populares han denunciado que la ley Celaá es una “contraprestación” a los presupuestos y han acusado al Ejecutivo de “hurtar el debate y la participación”, de ahí que se haya tramitado de forma tan acelerada y nazca sin consenso, ni acuerdo. En las afueras del Congreso también se juntó una protesta organizada por la escuela concertada en contra de la ley Celaá. Organizada por la plataforma ‘Más Plurales’, esta manifestación ha recibido primero el apoyo de la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, y luego de la portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra. Gamarra, ha señalado que hoy es un “día triste para la libertad” por culpa de una ley que “busca imponer” un modelo “rompiendo el acuerdo constitucional del 78” sobre la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos. La dirigente ha recriminado al Gobierno que para aprobar unos presupuestos “se entrega la educación y se entrega la libertad para seguir en el poder”. Por su parte, Arrimadas, ha defendido “la libertad de los padres a elegir la educación de sus hijos” y que no decida “ni la ministra Isabel Celaá ni los nacionalismos ni los gobiernos de ningún color político”. “Defendemos la libre elección”, ya sea escuela pública o concertada y la inclusiva o la especial, según elijan los padres, que pueden preferir para sus hijos con discapacidad ir a un centro ordinario o a uno especial, ha explicado. Desde Vox, Iván Espinosa de los Monteros también se ha aproximado a la protesta para denunciar que esta ley educativa “va a hacer mucho daño” a los niños de toda España. Además, ha lamentado que de hecho el español no es lengua vehicular en algunos sitios, pero prohibir el derecho de los padres a reclamarlo es “un ataque más a la libertad”. El diputado ha denunciado el adoctrinamiento que a su juicio intenta “la izquierda totalitaria y el nacionalismo más rancio”. (EFE)