La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, protagonizó ayer martes una visita relámpago a la capital mexicana en busca de afianzar las relaciones bilaterales que, el próximo año, serán puestas a prueba con motivo de los eventos programados para conmemorar un triple aniversario: 700 años de la fundación de la capital azteca, 500 de la conquista y 200 de la Independencia. La máxima responsable de la diplomacia española ha confirmado que nuestro país acudirá a la cita "tras recibir una invitación del Gobierno mexicano", pero ha descartado, tal y como reclama el presidente López Obrador, que España pida disculpas por los abusos cometidos durante ese período histórico; en su lugar, propone: "enfocarnos en nuestra relación de cara a los próximos 50 años y no en lo ocurrido hace 500". A lo largo de la jornada, González Laya ha mantenido encuentros con altos funcionarios mexicanos y empresarios españoles afincados en el país. Su reunión con la secretaria de Economía, Graciela Márquez, ha tenido como punto central de debate la negociación del acuerdo comercial entre México y la Unión Europea (TLCUEM), el cual representa un volumen de negocio de 75.000 millones de dólares y podría entrar en vigor el próximo año. Ambas coincidieron en la necesidad de fortalecer los estrechos vínculos económicos entre los dos países y revisaron "las oportunidades de inversiones españolas en múltiples sectores". Dentro de los países europeos, España es el segundo socio comercial y la primera fuente de inversión para México. González Laya también mantuvo un encuentro con la jefa de Gobierno de la capital mexicana, Claudia Sheinbaum, con quien acordó profundizar la colaboración en materia cultural y, en especial, recuperar la memoria histórica del exilio republicano al país azteca. Más tarde, la ministra de Exteriores intercambió impresiones con representantes de empresas españolas, con especial atención a las vinculadas con el sector energético. Los cambios regulatorios que impulsa López Obrador en este ámbito -en un intento por rescatar a las empresas estatales CFE y Pemex- están dificultando las oportunidades de negocio de empresas como Repsol o Iberdrola, esta última está incluso planteándose, tal y como aseguró su presidente, Ignacio Sánchez Galán, retirar sus inversiones en México "si el Gobierno así lo quiere". En declaraciones ante los medios, González Laya ha asegurado que España "respeta los cambios regulatorios que considere realizar México, solo pedimos que las reglas que se apliquen sean claras, transparentes y ofrezcan seguridad jurídica a los inversores". Asimismo, ha considerado que es necesario visibilizar más el empleo y la riqueza que generan "no solo las empresas españolas en este país, sino también las mexicanas en el nuestro". El encuentro más esperado de la jornada ha reunido, en la Secretaría de Relaciones Exteriores, a González Laya y su homólogo mexicano, Marcelo Ebrard. Sobre la mesa, asuntos tan relevantes como el acceso incluyente a las vacunas contra la Covid-19, la recuperación económica tras la crisis sanitaria o la preparación de encuentros internacionales como la Cumbre Iberoamericana del 2021, que se celebrará en Andorra y, "si la pandemia lo permite, el objetivo será que acudan todos los líderes de la región", según aseguró la ministra española. La intensa jornada diplomática ha concluido con una rueda de prensa celebrada en la residencia del embajador español en México, Juan López Doriga. Allí, González Laya se ha mostrado optimista respecto a la consolidación de las relaciones entre ambos países y, en relación al polémico debate histórico que plantea López Obrador, ha considerado que "España siempre ha tenido una mirada reflexiva y crítica sobre su propia historia, no ha esperado 500 años para tenerla. Ahora consideramos que lo importante sería mirar hacia adelante y pensar qué queremos para los próximos 50 años". (EFE)