Reconstruimos el recorrido que hace dos décadas hicieron las Autodefensas Unidas de Colombia. La masacre que marcó el recorrido paramilitar por los Montes de María durante el año 2000 fue la de El Salado, ocurrida entre el 16 y el 21 de febrero de ese año. En ese lapso, más de 60 pobladores fueron asesinados. / Iván Muñoz La primera sentencia condenatoria que se emitió en los tribunales de Justicia y Paz fue contra Edward Cobos Téllez, conocido como Diego Vecino, y Uber Bánquez Martínez, o Juancho Dique. El fallo, proferido el 29 de junio de 2010, condenó a estos dos exjefes paramilitares por la masacre de Las Brisas (San Juan Nepomuceno) y el desplazamiento de la comunidad de Mampuján (María la Baja), ocurridos el 10 y 11 de marzo de 2000. Se trataba de dos de los hombres que estuvieron al frente de las incursiones y masacres que el Bloque Montes de María de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) hizo en esa región del Caribe colombiano particularmente a lo largo del año 2000. Con ellos, y como cabeza militar de las incursiones, estuvo Rodrigo Mercado Pelufo, Cadena, desaparecido en 2005, en medio de la desmovilización de los paramilitares. Este miércoles se cumplen 20 años de uno de los hechos que más horror sembró en las comunidades de los Montes de María durante ese año: la masacre de Macayepo. Fue una sangrienta incursión ejecutada por unos 80 paramilitares entre el 9 y el 16 de octubre de 2000. Durante ese lapso, los armados también recorrieron los corregimientos de La Palma, El Limón, El Floral y Cañas Frías, del municipio de El Carmen de Bolívar. En ese recorrido, al menos 11 personas fueron asesinadas con piedras y garrotes. Cadena, nacido y criado en el propio corregimiento de Macayepo, fue quien dirigió la incursión. Como establecería después la Corte Suprema de Justicia, para cometer esta masacre hubo coordinación previa entre los paramilitares y la Fuerza Pública, que organizó el senador Álvaro García Romero, quien se encargó de que las tropas que patrullaban en Macayepo fueran trasladadas a otras poblaciones. La gestión de García, según la Corte, respondió a la intención de Miguel Nule Amín, exgobernador de Sucre, y Joaquín García, ganadero y condenado por financiar paramilitares, de recuperar un ganado que les habría sido hurtado. Por esa masacre, García Romero fue sentenciado a 40 años de prisión y Nule Amín a 28 años, ambos por la Corte Suprema. Para cuando ocurrieron los hechos en Macayepo, el recién consolidado Bloque Montes de María había hecho un sangriento recorrido durante ese año por varios municipios de esta región enclavada entre Sucre y Bolívar. La que marcó el inicio de la ruta paramilitar fue la de El Salado (en El Carmen de Bolívar), que fue la que más víctimas dejó: más de 60 campesinos asesinados entre el 16 y el 21 de febrero, tiempo que duró la incursión. Con frecuencia se habla por separado de la matanza que ocurrió en las poblaciones de Canutal y Canutalito, en el vecino municipio de Ovejas (Sucre), ese 16 de febrero, cuando los paramilitares empezaron el cerco hacia El Salado. Otros cuentan esas víctimas dentro de las 60 que dejó la matanza en El Salado. Aún hoy no se ha establecido con certeza el número de masacres cometidas por los paramilitares en los Montes de María entre finales de la década de 1990 y principios del 2000. La cifra más alta es la que entregó el informe los Montes de María Bajo Fuego, dado a conocer en marzo de este año por Codhes, la Corporación Opción Legal, la Universidad Tecnológica de Bolívar, la Fundación Cultura Democrática (Fucude) y la Mesa de Organizaciones de Población Deslazada de los Montes de María. El documento habla de 71 masacres entre 1996 y 2002. De esas, 25 ocurrieron solo en el año 2000. Según el documento, en ese año se realizó “la Operación Rastrillo, acción criminal compleja, que se ejecutó a lo largo de doce meses, y que no es comparable con otro momento de la violencia en los Montes de María, dada la sevicia, crueldad y los rasgos inhumanos manifestados en las masacres de El Salado, Chinulito, Macayepo y Chengue”. El Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación arroja otra cifra: 42 masacres perpetradas por los paramilitares entre 1996 y 2003. De esas, 25 masacres fueron operaciones de tierra arrasada, de las cuales, 16 se ejecutaron solo entre 1999 y 2000. (El Espectador)