La cifra de endeudamiento público de julio se revisó a la baja en más de 11.000 millones de libras, pero los préstamos de los primeros cinco meses del ejercicio aumentaron todavía más hasta alcanzar su máximo histórico de 173.700 millones de libras, superando ya el total anual que marcó en el punto álgido de la crisis financiera. El pronóstico más reciente de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria británica estima que la deuda del conjunto del año financiero alcanzará un récord de 372.000 millones de libras, cifra equivalente al 18,9% del producto interior bruto, un porcentaje desconocido desde la Segunda Guerra Mundial. La deuda neta del sector público alcanzó en agosto los 2,024 billones de libras o el 101,9% del PIB, la ratio más alta desde el año financiero 1960-61. Reino Unido sufrió el mayor golpe económico de las economías del G7 durante el segundo trimestre por el coronavirus, con un colapso de la producción del 20%, y el Banco de Inglaterra estima que la producción del tercer trimestre estará alrededor de un 7% por debajo de los niveles anteriores a la crisis. El ministro de Finanzas Rishi Sunak anunció el jueves planes de apoyo a los trabajadores en baja temporal mucho menos generosos, aunque dijo que el enfoque por ahora debería estar en restaurar el crecimiento más que en las finanzas públicas a largo plazo. El coste de endeudamiento del Gobierno británico en los mercados financieros está cerca de mínimos históricos, debido al pesimismo mundial sobre las perspectivas económicas y a la caída de los tipos de interés a largo plazo. (Reuters)