En mayo, la población parada era de 10,1 millones, frente a los 12,9 millones de agosto. En comparación con julio, el índice de desempleo en el país aumentó del 13,1% al 13,6%. Las regiones Norte y Nordeste fueron las más afectadas por la crisis, con incrementos del 14,3% y 10,3%, respectivamente. La única región que mostró una disminución del desempleo fue el Sur, con un descenso del paro del 2,3%. En el mismo período, la población ocupada se contrajo un 2,7%. Sin embargo, considerando solo la variación entre julio y agosto, hubo una expansión del 0,8%. Como resultado, el número de brasileños empleados llegó a 84,4 millones, según el Pnad Covid. Además del aumento del paro, el estudio también señaló que el porcentaje de hogares que recibió alguna ayuda vinculada a la pandemia bajó del 44,1% al 43,9% entre julio y agosto. A principios de septiembre, el presidente Jair Bolsonaro anunció que la ayuda de emergencia se reducirá a R$ 300 (US$ 55) durante cuatro meses. El monto representa la mitad de lo ofrecido en los primeros cinco meses del programa de asistencia. Con el recorte y el posterior fin de las ayudas, el índice de paro debe aumentar, ya que muchos brasileños deben sentirse animados a buscar trabajo cuando parece que entramos en un periodo de relajamiento de las medidas restrictivas de circulación impuestas durante la pandemia. (Folha)