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El Ingreso Mínimo Vital colapsa todos los trámites en la Seguridad Social. Gestiones que solían tardar 15 días ahora se alargan más de un mes, la lista de espera para una cita presencial supera los dos meses y el personal del INSS está totalmente superado por la carga de trabajo. "El tapón que se están haciendo es importante", aseguran fuentes de la Seguridad Social.
Como ya contó LPO, la tramitación del Ingreso Mínimo Vital está provocado en el Instituto Nacional de la Seguridad Social una situación similar a la del SEPE a raíz de los ERTE: colapso, caos e imposibilidad por parte de los trabajadores de atender todas las demandas. No se corrigen los errores por parte del Ejecutivo y las oficinas de la Seguridad Social no dan abasto. "Pedir cita presencial se hace casi imposible, y eso que se han ampliado las fechas para pedir hasta dos meses", reconocen los funcionarios del INSS.
Esta saturación en las oficinas está provocando que otros trámites ordinarios como la gestión de prestaciones por jubilación, viudedad o invalidez se alarguen más en el tiempo: "se solían resolver en quince días y ahora está rondando el mes y en algunos casos algo más", aseguran desde el INSS. "Hay un tapón de entrada de documentación", reconocen, que si no se soluciona podría generar un colapso total en poco tiempo. Critican además que el Ministerio que dirige José Luis Escrivá no está haciendo "nada de nada" por solucionar esta situación.
Reclaman más funcionarios
Desde el Instituto Nacional de la Seguridad Social llevan tiempo reclamando la incorporación de funcionarios a la administración para aliviar la carga de trabajo disparada tras la aprobación del Ingreso Mínimo Vital. Las previsiones de solicitudes se sobrepasaron y en el mes de julio ya se han registrado más de medio millón, una cifra que podría ascender a los tres millones según las estimaciones de CSIF. Escrivá planteó la posibilidad de contratar a 1.000 funcionarios interinos, pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, continúa haciendo cuentas para aprobar esta contratación extraordinaria.
1.000 trabajadores más que para los representantes de CSIF son un parche y no solucionan el problema porque el Ingreso Mínimo Vital es una nueva prestación que "llega para quedarse", y que aumenta la carga de trabajo en la Seguridad Social de manera permanente, no de forma extraordinaria y temporal como sucede con los ERTE.
Aunque insuficiente para los sindicatos, la medida de Escrivá sí podría aliviar temporalmente a los funcionarios del INSS, pero todavía no se ha concretado, con lo que la saturación aumenta y las solicitudes se acumulan. (LPO)