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El Gobierno considera que no tiene que hacer ningún tipo de autocrítica sobre la pérdida de la presidencia del Eurogrupo. La vicepresidenta económica, Nadia Calviño, perdió por un voto este jueves en la segunda ronda de votaciones frente al irlandés Paschal Donohoe. Un voto que, según la propia Calviño, tenían apalabrado y falló a última hora en votación secreta. Fuentes gubernamentales insisten a LPO en sacudirse responsabilidades y aseguran que "no ha fallado nada" por parte del Ejecutivo, que tenía 10 votos comprometidos. "En la primera votación hubiera sido más fácil", explican, y consideran "normal" que los votos del candidato descartado en primera votación, el luxemburgués Pierre Gramegna, "diera sus votos al irlandés", aseguran.
"No ha fallado nada. Éramos razonablemente optimistas. El voto es secreto y hemos hecho un trabajo extraordinario y como lo teníamos que hacer. No ha fallado nada. Nuestra candidata era la que más votos había sacado", insisten fuentes del Ejecutivo. Entonces, ¿sale el Gobierno más debilitado ante este fiasco? "Para nada", responden las mismas fuentes que desligan la negociación del Eurogrupo con la del fondo de reconstrucción. El presidente se lanza estos días a negociar de cara a la cumbre que se celebrará el próximo 17 y 18 de julio. Sánchez viajará el lunes a La Haya para reunirse con el primer ministro belga, Mark Rutte, que propone que las ayudas se destinen en forma de créditos a devolver. El martes, el presidente se verá en Berlín con la canciller alemana, Angela Merkel, y terminará en Suecia con el primer ministro, Stefan Löfven.
Para el Gobierno es importante acudir a dialogar estos días previos a la cumbre para suavizar las posiciones, ya que Países Bajos y Suecia están, junto a Dinamarca y Austria, en el bloque de los "frugales" y su posición con respecto a la reconstrucción europea es mucho más restrictiva que la de países como Alemania, la principal aliada de España. "Vamos a ver a Países Bajos y Suecia para intentar convencerles de que la recuperación es vital para la supervivencia del mercado interior. El fondo es necesario para garantizar la estabilidad financiera de la unión monetaria y del mercado único. El fondo es bueno para nosotros, pero también para ellos", aseguran las mismas fuentes. Sánchez se la juega, sobre todo, tras la propuesta este viernes del Consejo Europeo de endurecer las condiciones las condiciones para el fondo de reconstrucción.
El Consejo propone endurecer las ayudas
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, propone reducir a 1,074 billones de euros el presupuesto para 2021-2027, lo que supone un 2,36 % menos que lo planteado por la Comisión Europea (CE). A cambio pide mantener el fondo de recuperación por la crisis del coronavirus en 750.000 millones.
Michel explicó en rueda de prensa este viernes que la propuesta de compromiso que presentará a los 27 Estados miembros en la cumbre de la próxima semana planteará además mantener los descuentos que reciben en su contribución al presupuesto comunitario Holanda, Dinamarca, Suecia, Austria y Alemania por aportar más de lo que reciben.
Asimismo, mantendrá el presupuesto para el fondo de recuperación así como su distribución entre subvenciones a fondo perdido (500.000 millones de euros) y préstamos (250.000 millones). Unas medidas que desde el Gobierno tienen que estudiar "hasta la letra pequeña", señalan fuentes del Ejecutivo. "No aceptaremos ni Troikas ni bloqueos", añaden.
En Moncloa asumen la "legitimidad" de que haya países "que quieran entender cuáles son los planes que se presentan, pero garantizando la efectividad y eficiencia de todo el proceso. No podemos reproducir la Troika", insisten. En relación a la gobernanza reiteran que "buscamos un equilibrio entre la consulta y la participación de los Estados miembro, porque es legítimo que los socios quieran saber en qué quieren gastar el dinero las capitales, y la efectividad y eficiencia en todo el proceso". "Nos sentimos cómodos con que la asignación de los fondos esté vinculada al Semestre Europeo. No nos preocupa una participación del Consejo siempre que se garantice que una vez que se aprueben los planes haya agilidad. Lo que no aceptaremos es que un país pueda vetar", aseguran fuentes del Gobierno.
Los de Sánchez no están dispuestos a 'jugar a los vetos'. Las decisiones en el Consejo se toman por unanimidad, pero hay que tener en cuenta que en una situación tan crítica como la actual "ningún país debería vetar los planes de ningún socio", señalan. España también defenderá que no haya recortes en la PAC o la cohesión, dos políticas, que dependen de las asignaciones del presupuesto comunitario para 2021-2027 (1,074 billones de euros según la última propuesta de Michel). El Gobierno no quiere hablar de líneas rojas, pero sí considera la política agrícola "un pilar vital" de la negociación. (LPO)