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Por ese motivo, sus rivales políticos piden que se abra una investigación penal en contra del premier.
El caso explotó la semana pasada, cuando el funcionario sobre conflicto de intereses, un funcionario independiente del Parlamento, abrió una investigación ética. Las revelaciones llevaron a la oposición conservadora a reclamar una investigación por eventuales fraudes. "Es una cosa muy seria de un conflicto de intereses", declaró Pierre Poilievre, portavoz conservador encargado de asuntos financieros, mientras desde el New Democratic Party definieron como "más que inquietante " la situación, y el Bloc québécois pidió al líder liberal que se retire por unos meses. Esa solicitud implicaría que Trudeau debería pedir el reemplazo a la vicepremier Chrystia Freeland, al menos hasta que la situación se aclare.
Después de haber perdido la mayoría en el Parlamento, en las elecciones de octubre pasado, la supervivencia del gobierno de Trudeau depende del respaldo de los partidos de la oposición, aunque por el momento ninguno dice que quiere derrocar el Ejecutivo.
Un beneficio de fondos gubernamentales por una suma equivalente a 587 millones de euros recibió la asociación We Charity'.
La ONG admitió, por su parte, haber pagado unos 250 mil dólares a su madre, Margaret Trudeau, por unos discursos pronunciados en 20 eventos entre 2016 y el año en curso; y 32 mil dólares al hermano, Alexandre, por su participación en ocho iniciativas. También recibió dinero la esposa Sophie, por un evento en 2012, antes de que el líder se volviera jefe de Gobierno. Datos que chocan con lo que se declaró hace unos días desde la oficina del primer ministro: el personal de Trudeau había asegurado a los principales periódicos canadienses que la pareja presidencial nunca había recibido sumas de dinero por su presencia en las iniciativas impulsadas por la ONG. We Charity había obtenido un contrato público por la gestión de un programa de becas pero ahora, después de las polémicas, se retiró del programa. Sin embargo, Trudeau no es el único miembro del gobierno en tener vínculos con la organización, que le pagó también a una hija del ministro de Hacienda, Bill Morneau.
No es la primera vez que Trudeau termina en la mira por razones éticas. Su popularidad ya había sido afectada después de que el comisionado concluyó dos veces que el primer ministro rompió la ley de conflicto de intereses: en 2017 por aceptar unas vacaciones en la isla privada de Aga Khan y, el año pasado, por tratar de influir en un el procedimiento judicial en el caso Snc-Lavalin. (ANSA).