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Aunque en muchas regiones la quinua es un alimento que ha llegado a los supermercados y restaurantes locales hace poco, esta planta andina era uno de los principales cultivos alimentarios de las civilizaciones prehispánicas de América Latina. A día de hoy, sigue siendo parte importante de la alimentación de diversos pueblos indígenas de la región.
Esta semilla altamente nutritiva —que puede tener diferentes matices de blanco, amarillo, rojo y negro— se come como un cereal. Estos son algunos de los beneficios que ofrece.
Fortalece los músculos
La quinua "contiene más proteínas que la mayoría de los demás alimentos vegetales", según la Organización Mundial de Salud (OMS). Además de participar en el proceso de reparación de pequeñas lesiones causadas en las fibras musculares durante el ejercicio físico, las proteínas también ayudan en la misma formación y en el mantenimiento de los músculos.
Previene la anemia
La quinua es una buena fuente de hierro. Puede contener más de 13 mg del mineral por cada 100 gramos. Esta característica hace que su consumo ayude a disminuir el riesgo de anemia ferropénica, es decir, falta de hierro en el organismo.
Por otro lado, a aquellos que sufren de enfermedades relacionadas con el exceso de hierro no se les recomienda su consumo. Es el caso de la hemocromatosis. El exceso del mineral en el organismo de los que padecen esta dolencia puede generar afecciones potencialmente mortales, como problemas cardíacos, enfermedad hepática y diabetes.
Una opción para los vegetarianos y veganos
El alto contenido en proteínas y hierro de estas semillas hacen de ellas una excelente opción para aquellos que no consumen carne. Es, además, el único alimento vegetal que posee todos los aminoácidos esenciales, importantes para mantener la salud del organismo y presentes en la proteína de origen animal.
Robustece los huesos
La quinua es rica en lisina, un aminoácido esencial que favorece la absorción del calcio y reduce su excreción. Es particularmente recomendable para los que sufren de alteraciones óseas como la artrosis, la osteoporosis y el raquitismo, entre otras. La semilla también posee cantidades significativas de fósforo y magnesio, minerales importantes para la salud de los huesos, especialmente en mujeres postmenopáusicas.
Por otro lado, la quinua contiene ciertos componentes que pueden reducir la absorción de sustancias minerales, así como todos los alimentos vegetales. Según la FAO, las más notables son las saponinas, las cuales normalmente se extraen durante su procesado para eliminar el sabor amargo. La semilla posee además un alto contenido del compuesto de oxalato, el cual puede unirse a minerales como el calcio y el magnesio y disminuir así la absorción de estos por el organismo.
Mejora la función intestinal
En cada 100 gramos de quinua hay entre un 13,6% y un 16% de fibras dietéticas, según la FAO. Por ser una excelente fuente de fibra, facilita la digestión y es bastante efectiva contra el estreñimiento. Además de ayudar a mantener la salud general del organismo, el buen funcionamiento del sistema digestivo favorece también la pérdida de peso.
Alternativa para los celíacos
Las personas intolerantes al gluten, una proteína presente en el trigo y en sus derivados, tienen en la quinua un aliado. El consumo de gluten puede causar numerosas molestias gástricas en estos pacientes. Como la quinua no contiene esta proteína, es un perfecto sustituto del trigo en recetas dulces y saladas en dietas para celíacos.