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El primer ministro, Scott Morrison, explicó que los fondos se destinarán esencialmente a organizaciones que se ocupan de las líneas telefónicas de emergencia en las que denunciar este tipo de abusos.
Morrison explicó que las búsquedas en Google vinculadas a la ayuda en caso de violencia en el hogar han aumentado en un 75% desde que el gobierno australiano comenzó a instaurar restricciones debido al avance de la pandemia de coronavirus.
Women's Safety (La seguridad de las mujeres), una asociación de ayuda a las víctimas de violencia de género con sede el estado de Nueva Gales del Sur, el más poblado del país, indicó que sus asistentes sociales habían sentido un claro aumento de las solicitudes de ayuda.
Australia ha registrado cerca de 4.000 casos de COVID-19 y 16 fallecimientos.
Expertos y asociaciones de Europa también han señalado que temen que el confinamiento, que puede provocar estrés y exacerbar las tensiones en el hogar, aumente los casos de violencia doméstica.
"Para muchos, el hogar ha dejado de ser un lugar seguro", indicó en estos días la federación alemana de centros de consejo y llamadas de urgencia para mujeres.