El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, estuvo el jueves (26.03.2020) a punto de impedir que se celebrara la tercera cumbre telefónica extraordinaria de la UE. Italia tiene el mayor número de víctimas mortales por COVID-19 y Conte esperaba nuevas propuestas sobre cómo hacer frente a los costes de la crisis provocada por el nuevo coronavirus. A la mayoría de los países les pareció suficiente la idea de que los Estados en apuros reciban líneas de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM por sus siglas en inglés). Pero Conte rechazó la propuesta, argumentando que el ESM, que cuenta con un volumen de 410 mil millones de euros, es un instrumento antiguo, surgido para abordar un tipo de crisis muy distinta. El ESM fue creado por la Unión Económica y Monetaria europea para financiar a aquellos países que, debido a la crisis de deuda fiscal hace diez años, ya no tenían acceso a créditos de los mercados financieros privados. Grecia, Irlanda, Chipre, Portugal y España hicieron uso del Mecanismo Europeo de Estabilidad. Italia demanda nuevas propuestas "Si eso es lo que me ofrecen, entonces preferimos hacerlo solos", parece que amenazó Conte durante la videoconferencia, según informa la agencia de noticias italiana ANSA. Finalmente, tras horas de negociaciones, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel logró que Italia aceptara un compromiso. Dentro de dos semanas, los ministros de Finanzas de la UE deberán presentar nuevas propuestas sobre cómo apoyar a los países especialmente afectados, como Italia y España. Conte había insistido previamente en que el plazo para presentar esas propuestas fuera de tan solo 10 días. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo después de la reunión que, por deseo de Conte, debe hablarse de una "crisis extraordinaria", que requiere de la aplicación de medidas también extraordinarias. Merkel anunció que en 14 días se celebrará por videoconferencia la próxima cumbre de la UE. El primer ministro holandés, Mark Rutte, informó de que la UE no había podido acordar ni el volumen ni el alcance de su respuesta económica ante la crisis del coronavirus. Por ese motivo, se llegó a un acuerdo de mínimos, con el objetivo de ganar tiempo. De momento, no hubo debate sobre "coronabonos" "No queremos una deuda fiscal conjunta", dijo Giuseppe Conte. En realidad, Conte firmó antes de la turbulenta videocumbre una carta junto con otros ocho líderes europeos exigiendo la emisión conjunta de títulos de deuda. El canciller austríaco, Sebastian Kurz, rechaza con vehemencia esta posibilidad, que no se debatió en profundidad durante la cumbre. En los círculos cercanos al Gobierno alemán, se comenta que, en la fase actual de control de la crisis, aún es demasiado temprano para hablar de ello, porque "hay que guardar algo en la recámara" si al final realmente hay que rescatar a los países insolventes o a sus bancos. Los jefes de Estados y de Gobierno de la UE saludaron expresamente el lanzamiento de un programa de compra de deuda por valor de 750 mil millones de euros emprendido por el Banco Central Europeo. Además de eso, la Comisión Europea ha movilizado 37 mil millones de euros del presupuesto conjunto para la adquisición de equipamiento médico y la investigación de una vacuna contra el coronavirus. Y los ministros de Finanzas europeos han flexibilizado las estrictas reglas sobre nuevos endeudamientos. Coordinar la retirada de las medidas restrictivas La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, recibió de los jefes de Gobierno el mandato de elaborar una "estrategia de salida" de las actuales medidas restrictivas existentes en la UE. "Ahora debemos coordinar nuestras decisiones sobre cuándo retiramos las actuales medidas", dijo Von der Leyen en una rueda de prensa tras la cumbre. Junto con expertos, la presidenta de la CE quiere explorar la cuestión de cuándo pueden levantarse las restricciones de salida y los viajes a Europa. Está previsto que hacia mediados de abril haya un plan de salida de la crisis del coronavirus. "Necesitamos una estrategia para la recuperación de la economía, que hasta ese momento estará sumida en un letargo invernal", dijo Von der Leyen. "Necesitamos unidad y solidaridad para ganar esta batalla que enfrenta todo el mundo". Von der Leyen ya había criticado duramente por falta de solidaridad a los miembros de la UE en un discurso en el Parlamento Europeo. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo que es más fácil lograr compromisos cuando los encuentros son personales. Merkel aseguró desear que concluya la cuarentena en la que se encuentra después de haber tenido contacto con un médico infectado. "Estoy bien ocupada, pero en las reuniones del gabinete falta el contacto personal. Es otra cosa", dijo la canciller. (ms/few)