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Sin embargo, en comparación con el consumo de alcohol solamente, el SAM se ha relacionado con un mayor riesgo de problemas interpersonales, problemas de salud física y mental y accidentes de tráfico.
A pesar de ello, se han realizado pocas investigaciones en cuanto al consumo ocasional; por ejemplo, no se sabe si las personas que se dedican a la SAM beben más (o menos) alcohol en las ocasiones en que también consumen marihuana, y experimentan más (o menos) consecuencias relacionadas con el alcohol, que en los días en que solo se consume alcohol. Investigadores de Seattle y Minneapolis han realizado un nuevo estudio, publicado en la revista Alcoholism: Clinical and Experimental Research, para evaluar estos aspectos, realizando múltiples evaluaciones diarias del uso de alcohol y SAM entre los mismos individuos a lo largo del tiempo. El estudio tuvo lugar en Seattle y sus alrededores, en el estado de Washington, donde el uso no médico de la marihuana es legal para los mayores de 21 años.
Participaron unos 400 consumidores de SAM de 18 a 25 años de edad, que completaron dos ráfagas de 14 días de encuestas diarias (28 encuestas en total), con cuatro meses de diferencia, en las que informaron sobre el consumo (o la falta de consumo) de alcohol y marihuana el día anterior y las consecuencias relacionadas con el alcohol que habían experimentado. Los participantes podían seleccionar de una lista de quince consecuencias negativas (como resaca, desmayo, desmayo, vómitos, peleas, daños a la propiedad, confusión, etc.), y de seis consecuencias que percibían como positivas, como sentirse relajado o de mejor humor. Esto permitió analizar los factores de motivación que pueden reforzar el uso de SAM, así como los riesgos. Se calculó el número total de consecuencias positivas y negativas experimentadas por un individuo en cada ocasión de consumo de alcohol solo o de SAM ocasional.
Los investigadores descubrieron que en los días en que los adultos jóvenes consumían alcohol y marihuana simultáneamente, consumían más bebidas y experimentaban más consecuencias relacionadas con el alcohol (tanto negativas como positivas) que en los días en que solo había alcohol. El aumento de las consecuencias, en particular las negativas, se explicaba en parte por la mayor cantidad de alcohol consumida en los días de SAM; en cuanto a las consecuencias positivas percibidas, el efecto del uso de SAM era superior al que se explicaba por el consumo de alcohol.
En general, los datos muestran un fuerte efecto complementario de la marihuana en el consumo de alcohol, y mejoran la comprensión de la motivación de los jóvenes para participar en comportamientos de alto riesgo de SAM. (Fuente: NCYT Amazings)