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El primer año de la administración de Jair Bolsonaro registró un deterioro en áreas como la asistencia social, la sanidad pública, la educación y el medio ambiente.
Se produjo un equilibrio en las cifras económicas y una mejora en los datos sobre delincuencia y trabajo, eso sí, se debe considerar en este último caso, que el tímido avance llegó de la mano del incremento de la informalidad.
Folha analizó 104 indicadores de diferentes sectores de 2019. De estos, 58 tuvieron peores resultados que en el año anterior, 41 mostraron progreso y 5 se mantuvieron estables.
En la lista de retrocesos figuran el programa social asistencial Bolsa Família, los atrasos de las solicitudes de jubilación del INSS (seguridad social) y la deforestación de la Amazonía, que aumentó un 29,5%.
La seguridad pública, una de las propuestas estrella de la campaña de Bolsonaro, mejoró el pasado año, experimentando una reducción del 22% en los homicidios dolosos y los robos seguidos de homicidio, entre otros delitos.
La lucha contra la criminalidad es mayormente responsabilidad de los estados, no obstante, el Ejecutivo afirma que medidsas como aislar a los líderes de las facciones ayudaron a reducir las cifras. (Folha)