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El PSOE habría vuelto a ganar las elecciones un mes después de los comicios del 10 de noviembre, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) publicado este jueves. El estudio recoge una intención de voto para el PSOE del 28,3%, ocho puntos sobre el PP. En las elecciones del 10-N, el PSOE logró el 28% de los votos, una cifra prácticamente idéntica a la del barómetro. Lo mismo ocurre con el resto de partidos, que apenas varían su resultado un mes después de la cita con las urnas. El PP se mantiene en el 20%, perdiendo ocho décimas (20,82% fue su marca el 10-N), Vox sigue en el 15,2%, Unidas Podemos aguantar en el 12,8% y Ciudadanos cae algo más de un punto, hasta el 5,6%. Más País logra un 2,3%, igual que en las generales. La encuesta, no obstante, se realizó antes de la investidura de Pedro Sánchez.
Las entrevistas del barómetro se llevaron a cabo entre el 29 de noviembre y el 19 de diciembre, coincidiendo con los días en los que el PSOE comenzaba la negociación con ERC para que los independentistas catalanes facilitasen la investidura, y una vez ya se conocía que Unidas Podemos estaría en el Gobierno con Pedro Sánchez. Ni una cosa ni otra, según la encuesta, supuso un desgaste para el PSOE. Aunque es cierto que entonces no se conocía aún el acuerdo al que luego llegó Sánchez con el partido independentista.
El presidente socialista continúa como el líder político mejor valorado por los españoles —aunque todos siguen en el suspenso, por debajo del 5— con una nota del 4,1 sobre 10. Le siguen, empatados, el líder del PP, Pablo Casado, y la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, puntuados ambos con un 3,6. El caso de Arrimadas, que ha tomado las riendas del partido tras la dimisión de Albert Rivera por el desplome electoral, es significativo: la portavoz tiene mejor valoración que Rivera, a pesar de asumir la formación en un momento de crisis. Arrimadas mejora a Rivera seis décimas, y está empatada con Casado a pesar de que la intención de voto de Ciudadanos aún es muy baja: su partido tiene muchos menos simpatizantes que el PP. En el sondeo destaca también que Pablo Iglesias mejora su valoración, del 2,9 al 3,5. Y supera a su exnúmero dos y ahora líder de Más País, Íñigo Errejón (3,3). El peor valorado es Santiago Abascal, de Vox (2,8).
El estudio incluye preguntas sobre cómo influyeron algunos acontecimientos en el resultado de las elecciones de noviembre. Entre ellos destaca que la exhumación de Franco no influyó nada en casi el 94% de los encuestados a la hora de votar. A los que lo tuvieron en cuenta les sirvió mayoritariamente para reafirmar lo que ya pensaban votar. Apenas un 0,6% de los electores cambió su voto tras la exhumación del dictador, pero el CIS no desgrana en qué sentido. El conflicto en Cataluña, a pesar de que dominó gran parte del debate político durante la campaña, influyó solo de forma decisiva en el 24,2% de los votantes. El 75,3% sostiene que no cambió su voto.
El debate electoral tampoco tuvo una gran repercusión en los votantes: el 95,70% afirma que no cambió de papeleta tras ver el debate, en el que la mayoría cree que ganó Pablo Iglesias. Ni las encuestas: el 78% asegura que los múltiples sondeos previos a las elecciones no fueron determinantes en su elección.
El barómetro permite observar los flujos de votos entre abril y noviembre, resolviendo las dudas sobre los indecisos antes de las elecciones. Hubo muchos fieles: el PSOE mantuvo el 80% de sus votantes, el PP al 79% y Vox al 91%. Unidas Podemos mantuvo el 73,5%, pese a la irrupción de Más País (solo el 4% de quienes recuerdan votar por Podemos en abril dicen ahora que en noviembre saltaron al partido de Íñigo Errejón).
El partido con más fugas es Ciudadanos, que perdió la mitad de sus votantes. Tuvo fugas al PSOE (6%), a Vox (9%) y sobre todo al PP (15%). Además, uno de cada diez votantes de Ciudadanos en abril decidieron abstenerse en noviembre.
El instituto demoscópico seguirá teniendo al frente al sociólogo José Félix Tezanos, según han confirmado este jueves fuentes del Ejecutivo. Tezanos ha sido uno de los altos cargos más polémicos del Gobierno socialista, y el CIS ha sido puesto en cuestión por toda la oposición y por Unidas Podemos, ahora en el Gobierno. La controversia tiene que ver con que Tezanos era miembro de la ejecutiva del PSOE incluso después de ser nombrado presidente del CIS, aunque acabó abandonando ese órgano. (elpais.es)