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Restringir su consumo, sin pasarse a los extremos, muchas veces es más efectivo si no las estamos contando a cada momento, con cada ingesta. Así, el simple hecho de comer más sano nos permitirá estar más livianos y descansar mejor, entre otros beneficios.
Para no estar al pendiente de las proporciones una buena medida es saber qué alimentos tienen un alto índice de proteína para preferirlos a la hora de armar un plato.
Los vegetales de hoja verde son una excelente opción en este caso porque además tienen una gran cantidad de antioxidantes con fibra que te ayudarán a eliminar toxinas. También son beneficiosos a la hora de mantener los correctos niveles de glucosa en sangre nivelados y evitar los antojos y ataques de hambre.
Hay algunas verduras de color rojo que también puedes incluir en tu día a día como el morrón (si el precio te lo permite) o el tomate.
Uno de los trucos infalibles, si no sos vegana o vegetariana, es acompañar tus comidas con proteína animal en pequeñas dosis: pollo, salmón o carne vacuna. Cualquiera de ellas puede ser maridada con los vegetales antes mencionados.
También podés sumar, algunas veces en la semana, los conocidos hidratos de carbono a través de cereales integrales sin procesar: quinoa, arroz integral o avena. (emedem)