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Si ya es difícil elegir lo mejor del año, quedarse con lo más destacado de este milenio o de estas dos décadas (que en realidad terminan dentro de doce meses) es un ejercicio de hipocresía. Pensarlo más solo sirve para indignarse. «Los increíbles» es asombrosa, una narración perfecta, pero es un crimen dejar fuera «Monstruos S.A.», «Toy Story 3», «Ratatouille» y «El viaje de Chihiro» (las cinco podrían copar la cabeza), por no hablar de los diez primeros minutos de «Up» y la idea absolutamente genial que da origen a «Del revés». «Volver» no me gusta menos que «El secreto de sus ojos», ni «Good bye, Lenin» es peor que «La vida de los otros». «Dunkerque» es una cumbre del cine bélico (la primera batalla es colocar bien la k), y «Un profeta», del carcelario», mientras que «Antes del anochecer» es un cierre fabuloso a una trilogía memorable, de un tipo que un año después dirigió «Boyhood». «No es país para viejos» figura entre lo más fino de los hermanos Coen y «Mulholland Drive» es un Lynch portentoso.
Releo la lista y me dan ganas de poner las películas en bucle, si acaso alternadas con otros títulos de los mismos directores, de las que rodaron sus protagonistas o las que escribieron sus guionistas. Al rato, recuerdo lo que falta y me tiro de los pelos… o por la ventana. ¿Cómo puede alguien sensato excluir «Gran Torino» o incluso «Tres anuncios en las afueras», que son maravillosas? Estamos locos.
1-«Ciudad de Dios»
2-«Lost in translation»
3-«Birdman»
4-«La vida de los otros»
5-«Los increíbles»
6-«El secreto de sus ojos»
7-«Deseando amar»
8-«Origen»
9-«Match point»
10-«Mystic river»
Las mejores películas del siglo XXI de Oti R. Marchante:
Según esta caprichosa lista de diez películas del siglo XXI (el siglo de la velocidad, pues no habiendo hecho más que empezar, ya se ha bebido un quinto), podría decirse que el XXI, más que de la velocidad, es el siglo del amor, pues todas ellas están arrebatadas por ese sentimiento en toda su enorme variedad y complejidad:
1-El amor a lo mejor de una ciudad y un modo de vida que se refleja en «La Gran Belleza», de Paolo Sorrentino y ese personaje excesivo, agotado, decadente y eterno que es Jep Gambardella.
2-El amor a la música, sus texturas, a la libertad y a la propia idea del amor de «Cold War», la obra maestra de Pawel Pawlikowski que explosiona de ojos para adentro con todas las terminales emotivas del espectador.
3-El amor con toda su pasión, crudeza, fisicidad y tristezas entre dos jóvenes mujeres que se derraman en la pantalla de «La vida de Adèle» (de Abdellatif Kechiche) para vivirnos la vehemencia y sensibilidad con la que ese brutal sentimiento construye con igual precisión lo feliz y lo infeliz de la existencia.
4-Parecida pasión, entrega y tristeza que la que recoge «Her» (Spike Jonze) en su historia romántica entre un hombre de un luego que ya es ahora y la voz seductora de su sistema operativo: entre tú y tu «máquina».
5-El amor infructuoso, ambiental, en el aire, en el preámbulo entre esos dos personajes etéreos de la película de Wong Kar-Wai en «Deseando amar».
6-El amor raro, crepuscular pero también de preámbulo de esos dos seres perdidos en la edad y en la confusión de Tokio en «Lost in traslation», película con la que hizo «click» justo ahí, en la tecla, Sofia Coppola.
7-El amor al paraíso perdido de la infancia y su universo de aventura y de nostalgia que exploraba el tercer «Toy Story», que remueve y agita todo aquello que tuviste y que, perdido o roto, aún respira y mora dentro de ti.
8-La contraportada del amor, el desgarro de la separación, la atmósfera irrespirable del individuo, la pareja y la sociedad, desparramada y fea, en esa película iraní titulada «Nader y Simin», de Asfghar Frahadi.
9-El amor a una idea, unos principios, un personaje y una carrera que siente y practica el Walt Kowalski de Clint Eastwood en «Gran Torino», la película testamento de un cineasta genial cuya filmografía afortunadamente sigue viva y colea.
10-Y «Mulholland Drive» y su retorcida carta de amor a un género, un estilo y una ilógica narrativa tan fascinante y absorbente que convierte su lectura en un sueño especial e hipnótico dentro de la hojarasca de la fábrica de sueños.
Un terminal vistazo a esta lista implica también un sentimiento de amor pertinaz, testarudo, pues decido mantenerla a pesar de que dejo muchas más fuera que dentro.
Las mejores películas del siglo para Antonio Weinrichter:
Resumir dos décadas en diez títulos es un encargo perverso: hay que escoger películas-fetiche pero que sean representativas de las grandes tendencias que han sacudido al cine. Una, sin duda, es la expansión del cine de no ficción: comparecen aquí el gran Herzog (el documentalista para quienes no gustan de los documentales) y la entrañable Varda, que además daba cuenta en su ensayo de otro gran evento: el nacimiento del digital. Dos, la sostenida eclosión del cine asiático. La historia de amor retenido de Wong es la «Casablanca» del nuevo milenio: busquen otra más romántica. Y el elefante de Bo Hu es todo un peso pesado, una ópera prima póstuma que perdurará. Tres, el cine americano que cuenta viene de los márgenes. La película de Lynch es una esfinge de magia inagotable. La de Malick quita el aliento y tiene una secuencia digna de “2001”. Y la de Sean Baker rompe mi veto a las películas-con-niño y reivindica el genuino espíritu indie. El cine de autor/de festival es un «matado» que goza de muy buena salud. El folletón de Raoul Ruiz es un amazónico folletín. «Elle» comparece aquí por Isabelle Huppert y porque Verhoeven sigue siendo gloriosamente anti-PC (de incorrecto), casi tanto como el insoportable Von Trier que aquí, sin embargo, supo representar un tema a la altura de su ego: el fin del mundo. Y de postre (subiendo el mando a 11, como decían los de Spinal Tap), porque si te gustan Capra, los Beach Boys y la Navidad, «Love Actually» no tiene rival como porno sentimental.
-«Los espigadores y la espigadora»
-«Grizzly Man»
-«In the mood for love»
-«An Elephant sitting still»
-«Mulholland Drive»
-«El árbol de la vida»
-«The Florida Project»
-«Los misterios de Lisboa»
-«Elle»
-«Melancholia»
-+ «Love actually»