En su primer discurso sobre la liberación del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el mandatario Jair Bolsonaro (PSL) calificó al petista de canalla, sin llegar a mencionar su nombre. Más tarde dijo que no va a "perder tiempo con un convicto". Bolsonaro publicó un video homenajeando al ministro de Justicia, Sergio Moro, que, en 2018, cuando era juez instructor de la Operación Lava Jato, condenó a Lula por corrupción. Moro, por su parte, lamentó el fallo de la Corte Suprema. Lula se benefició de la decisión del Supremo que, el jueves (7), cambió la jurisprudencia sobre el ingreso en prisión tras la condena en segunda instancia, no obstante, cabe resaltar que sigue condenado por el caso del triplex Guarujá, que, de acuerdo con la Justicia, recibió como comisión ilegal por parte de la constructora OAS, a cambio de contratos con la Petrobras. Lula niega las acusaciones. Su situación política puede cambiar por otro fallo de la Corte que analizará la posible parcialidad de Moro durante el proceso. Si la tesis es aceptada, las demandas contra Lula vuelven a la instancia inferior, lo que lo convierte en un candidato limpio. En São Bernardo do Campo (SP), lugar de nacimiento del PT, el petista repitió los ataques contra el Ministro de Justicia y la prensa. También dedicó una serie de críticas a la política económica de orientación liberal del Gobierno, relacionándola con las tensiones sociales que actualmente azotan a Chile. Rodeado de aliados durante su discurso, Lula relacionó a Bolsonaro con los paramilitares que amenazan al país. Dijo que acepta el resultado de las elecciones, pero que el presidente no fue elegido para gobernar para los paramilitares de Río de Janeiro. "Estoy de vuelta", anunció. (Folha)