Ampliar
En un año donde las estadísticas nacionales muestran un incremento de los índices de desempleo -la tasa de desocupación alcanzó el 10,6 por ciento de la población en el segundo trimestre del año-, los jóvenes deben buscar alternativas para subsistir. En Neuquén esas cifras se traducen en una proliferación de emprendimientos con un tinte artesanal: la provincia ya tiene más de 400 inscriptos en un programa de fomento.
Una muestra de esta realidad se pudo ver hoy en la feria Germinar, que se realizó en el predio de la exU9. “Hay que dedicarle tiempo y ganas, se puede vivir de esto”, es el mensaje que trasmitieron algunos expositores, en el primer encuentro que explotó de visitantes. Hubo 61 stands y en algunos de ellos explicaron que los proyectos son sacrificados, pero representan una herramienta para subsistir en tiempos de bolsillos ajustados.
Durante la mañana y parte de la tarde, en el lugar se pudieron adquirir alimentos, indumentaria, bolsos, juegos, plantas y hasta cremas, todos productos elaborados artesanalmente. Al finalizar, la muestra dejó un sabor dulce para los organizadores, pero la contracara muestra la urgencia de la juventud para conseguir un sustento y la necesidad de asistencia para poder desarrollar sus proyectos.
La directora provincial de Trabajo y Emprendedurismo, Silvana Benvenutti, calificó la feria como “un éxito” y aseguró que intentarán incorporar más interesados para desarrollarla el primer fin de semana de cada mes, hasta diciembre. “Tenemos más de 400 inscriptos. La idea es el acompañamiento integral de emprendedores en todas las instancias que necesitan: la capacitación el asesoramiento, la financiación y la comercialización”, explicó la funcionaria.
El proyecto apunta a jóvenes, ya que el principal requisitos es tener entre 18 y 35 años. Las voces del evento dejaron entrever que “llegar a fin de mes es difícil, pero se puede”.
Una de esas voces es la de Ileana Pérez, quien es docente y fuera de su trabajo formal diseña y confecciona bolsos y cartucheras, para su marca “Sista”. Aclaró que su experiencia excede el “hobby” porque le demanda tiempo y esfuerzo: “Como un trabajo más”, aseguró. Agregó que en sus círculos sociales tiene “conocidos que se dedican exclusivamente a esto”, a diferencia de ella que tiene un trabajo estable. “Ellos subsisten con esto”, remarcó.
En el caso de Romina Alfaro, su empresa es el sustento para el día a día. Sus productos los comercializa con el nombre de “Maderitas y a jugar”, y explicó que la marca nació de la necesidad. “Hago cosas de madera para que los niños jueguen y también para grandes”, detalló y aclaró: “es mi único trabajo, para llegar a fin de mes sirve. Yo ni siquiera sabía que podía pintar algo, cuando quedé embarazada hice un cuadrito para mi bebé y ahí empece”.
Elizabeth Castillo, dueña de “Dulce secreto pastelería”, explicó que la coyuntura económica afecta porque su principal insumo es la harina. Aseguró que los precios se incrementan constantemente, pero que aún así lo sigue haciendo porque hay gente que busca el producto.
Apoyo económico y capacitación
Uno de los puntos en común entre los jóvenes es la necesidad de capacitación y el financiamiento para poder fortalecer sus productos, asesoramientos y líneas de financiamiento”.
Elizabeth Castillo, una de las expositoras, indicó que se necesita “capacitación, gente que te apoye y un capital, si o sí, y ganas de aprender”.
Por su parte, Romina Alfaro, comentó que fue autodidacta y que su negocio lo comenzó sin saber cortar maderas. Agregó que le gustaría tener “capacitaciones y poder aprender algo más”.
Al respecto, la directora de Trabajo y Emprendedurimos de la provincia, Silvana Benvenutti, explicó que el objetivo del programa apunta a apoyar a los emprendedores “y acompañarlos en todo el proyecto”.
En ese contexto, la funcionaria indicó que “hay distintos dispositivos del gobierno que acompañan este proceso y además le ponemos un plus en este espacio para comercializar. A través del programa se ofrecen capacitaciones”. (RN)